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Muere Larry Lucchino, vital en el auge de estadios ‘retro’ y el resurgir de Medias Rojas
Larry Lucchino, la bujía en el auge de los estadios ‘retro’ en el béisbol Grandes Ligas y la transformación de los Medias Rojas de Boston al conjurar la “Maldición del Bambino” para ganar múltiples campeonatos de la Serie Mundial, ha fallecido. Tenía 78 años de edad.
Lucchino, quien sobrevivió al cáncer tres veces, falleció temprano el martes por la mañana debido a una enfermedad cardíaca congénita. La filial de Triple A de los Medias Rojas en Worcester, su último proyecto de una carrera que también incluyó tres franquicias de béisbol profesional y una en la NFL, confirmó su deceso el martes.
“Larry Lucchino fue uno de los ejecutivos más laureados en la historia de nuestra industria”, declaró el comisionado del béisbol Rob Manfred. “Era muy motivado, entendió el sitial del béisbol en nuestras comunicados, y tenía un buen ojo para el talento en los despachos”.
Un oriundo de Pittsburgh que jugó con el equipo de baloncesto de la Universidad de Princeton, uno que tenía al futuro senador y miembro del Salón de la Fama Bill Bradley como capitán, Lucchino estudió en la Facultad de Derecho de Yale y trabajó en la comisión del Congreso que investigó el escándalo de Watergate. Empezó a trabajar con la firma del abogado Edward Bennett Williams en Washington y no tardó en involucrarse con los equipos deportivos de Williams: la franquicia de Washington en la NFL y los Orioles de Baltimore.
Lucchino pasó a ser el presidente de los Orioles. Fue durante su etapa en la que el club se mudó del Memorial Stadium a un parque en el centro de la ciudad, uno con un diseño antiguo que acabó con la tendencia de construir estadios multiusos — conocidos como ‘cookie-cutters’ en Estados Unidos — y rodeados por amplias zonas de estacionamiento.
El Camden Yards fue toda una inspiración para los demás. Y Lucchino procedió con nuevo estadio para los Padres de San Diego, equipo en el cual ejerció como presidente y director ejecutivo.
“No sabíamos que íbamos a desatar una revolución de la arquitectura de los estadios de béisbol”, dijo Lucchino a The Associated Press en 2021. “Nada más queríamos construir un coqueto estadio”.
Después de su paso con San Diego, el siguiente proyecto de Lucchino fue en Boston al formar parte del nuevo grupo de dueños, liderado por John Henry y Tom Werner, en 2002. Su decisión de modernizar el Fenway Park en vez de reemplazarlo — a contracorriente de las tendencias — preservó una de las catedrales del béisbol, y que iniciará su temporada número 113 el 9 de abril.
Pero los Medias Rojas se abocaron a cambios más radicales en sus despachos, adoptando nuevas ideas para conformar su roster de jugadores. Después de contratar como gerente general a Theo Epstein, de apenas 28 años, que empezó como pasante de los Orioles y luego acompañó a Lucchino con los Padres — los Medias Rojas pusieron fin en 2003 a una sequía de 86 años sin campeonatos. Boston añadió tres títulos más hasta 2018.
Lucchino tenía en su posesión cinco anillos de campeón de la Serie Mundial, incluyendo el que obtuvo con los Orioles en 1983, y un anillo del Super Bowl con Washington en 1983 y un reloj por haber disputado el Final Four del baloncesto universitario. También fue muy activo en la promoción de MLB en el extranjero, con giras a China y Japón, y respaldar el lanzamiento del Clásico Mundial de Béisbol.
“Todo lo que hacía era en pro de ganar y para que al equipo le fuera bien”, destacó el dominicano David Ortiz, tres campeón como bateador designado de los Medias Rojas y miembro del Salón de la Fama. “Era alguien que sabía organizarlo todo. Cuando te ponías a hablar con Larry y entendías lo que los Medias Rojas significan con él, tenías claro lo que quería: ganar”.