ANÁLISIS

Tigres procuran ponerle fin a sequía de títulos

Anderson Hernández, uno de los más exitosos jugadores de la historia del Licey.

Anderson Hernández, uno de los más exitosos jugadores de la historia del Licey.

La excelente temporada regular que acaban de tener los Tigres del Licey ha llevado a sus fanáticos y ejecutivos a pensar en el anhelado campeonato; sin embargo debemos recordar que los azules están inmersos en uno de sus períodos históricos de sequía, de abstinencia por no poder levantar ninguna copa.

Es bien sabido que El glorioso es el equipo con más lauros en toda la cuenca del Caribe (22 campeonatos Lidom y 10 Series del Caribe), mas ha sido una novena cubierta de sinsabores desde su último título en la temporada del 2016-17, es decir, un infinito espacio-tiempo que se remonta a seis temporadas, incluyendo la actual.

La única vez que los Tigres han ganado tres de sus veinte y dos coronas al hilo ocurrió en las finales de 1983, 1984 y 1985. A eso siguió un ciclo de vaca flaca de cinco años sin una corona azul, perdiendo siete de los ocho campañas entre 1985 y 1993.

La actual crisis ha sido peor que la de 1985-1993. Los añiles apenas ha ganado dos de los últimos catorce campeonatos, siendo el ciclo más extenso con solo dos títulos (dos coronas en trece años desde 1986 a 1999, ganado dos veces en doce temporadas entre 1954 y 1969).

Licey ha perdido tres de sus últimas cuatro series finales en las que han visto acción, cayendo vencidos en sus últimas dos confrontaciones de fondo.

Ha sido tan complicado el asunto, que el equipo azul está en busca de asistir a su primera serie final en cuatro años. Hay que remontarse a los libros y a las historias habladas de nuestros mayores para ver una época de tal aletargamiento para El Gloriosos, pues entre 1964 y 1969 los 22 veces campeones nacionales no alcanzaron la serie final, un ciclo de cinco años, cuatro estaciones, que incluyó la Revolución de Abril en 1965.

Lo peor de todo es que a la crisis de los Tigres se suma el mal momento de sus vecinos, los Leones del Escogido, que además de compartir estadio, han ido de la mano en las desgracias.

Solo en 2014-15 y 2020-21 los dos equipos capitaleños no han podido alcanzar la semifinal o el Round Robin. Un evento nunca antes visto, ambas novenas, con 38 campeonatos nacionales desde 1951, no han sumado una sola corona en este período de seis años.

No hay dudas que los Tigres saldrán con todo al Round Robin, igual que Gigantes, Águilas y Estrellas, buscando dar a la capital de nuestro país su primer campeonato en seis temporadas, además de dar luz a un equipo azul que ha tenido una era de poco brillo, a sabiendas que es el conjunto de más gloria en la historia de la pelota otoño invernal.

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