¿Robinson Canó debe seguir o parar?

Robinson Canó viene de dos suspensiones por consumo de sustancias prohibidas, cuenta ya con 39 años

Robinson Canó. Foto de archivo.

Robinson Canó. Foto de archivo.

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Pedro BriceñoSanto Domingo, RD

Justo un mes después de haber sido cesanteado por los Mets de Nueva York, Robinson Canó enfrenta un nuevo desliz cuando los Padres de San Diego decidieron remitirlo a Triple A, decisión que el dominicano rechazó casi al instante.

En su defecto probará la agencia libre por segunda ocasión en un mes, proceso inusual en él, pues la única vez que lo había experimentado concluyó firmando por 240 millones de dólares con los Marineros de Seattle en el 2014.

Para entonces contaba con 31 años, venía de azotar la Liga Americana con average de .314 (605-190) con 27 jonrones y 107 empujadas y estaba ranqueado como uno de grandes peloteros del pasatiempo, tras su éxito con el rayado uniforme de los Yankees.

Ahora, la situación es diferente, viene de dos suspensiones por consumo de sustancias prohibidas, cuenta ya con 39 años. Con los Mets apenas bateó para .195 (41-8), anémico average que continuó con los Frailes, .091 (33-3). En sentido general su promedio era de .141 (74-11) con un jonrón, 4 remolcadas, 3 boletos y 21 ponches, cifra muy elevada para un pelotero, que como él llevaba la proyección de ser un futuro miembro de Cooperstown.

Pero, tras este nuevo percance, que lo coloca rápidamente en una posición difícil para su futuro inmediato, pues quizás algunos de los equipos que mostraron interés en firmarlo, luego del pasado dos de mayo en que fue dejado de lado por los Mets, no quieran hacerlo ahora, tras no dar el grado con los Padres.

¿Qué hará Canó?. ¿Continuará con su esfuerzo de conseguir un conjunto que le brinde una nueva oportunidad y quizás disfrutar de un mayor tiempo de juego?.

Listín Diario, interesado en el futuro de uno de los peloteros de mayor carisma que registra la historia del pasatiempo dominicano consultó a varios periodistas expertos en béisbol, en el sentido de si el bateador de .301 de por vida debería buscar una nueva oportunidad en Grandes Ligas o ya detener una carrera que lo llevó a ocho Juegos de Estrellas, obtener dos guantes dorados y la conquista de un cetro mundial con los Yankees en el 2009.

He aquí las opiniones de algunos expertos en béisbol

Mario Emilio Guerrero: No soy dado a escribir que un jugador debe retirarse, pues eso es algo muy personal y una potestad del pelotero, pero en el caso de Robinson Cano, ante su baja producción ofensiva de este año con los Mets y los Padres, las opciones que yo veo en un futuro inmediato son las siguientes:

Aceptar una asignación de liga menor y luego jugar en el invierno con las Estrellas, buscando recuperar su rendimiento con el bate que le permita regresar para la temporada de 2023. Definitivamente retirarse y desistir de un retorno a las Grandes Ligas a sus 39 años.

Enrique Rojas: Emocionalmente, debe ser una terrible experiencia para un gran jugador, el ser despedido dos veces en menos de un mes, incluso si conoce al dedillo la naturaleza de su industria.

Pienso que lo mejor para Canó sería tomarse un respiro, alejarse por completo un tiempo, antes de decidir su próximo paso.

Pero está claro que sin importar lo que opine el resto del mundo, lo único que vale aquí es lo que quiere hacer Canó. Y está en todo su derecho de hacer lo que considere que es más importante para él, su familia y lo que queda de su carrera.

Tony Piña Cámpora: Entiendo que debe respetarse y retirarse, siempre y cuando reciba el dinero que le deben por su contrato.

Sería muy difícil pedirle a alguien que renuncie a esa cantidad de dinero si no es así. Es una pena que haya desperdiciado la oportunidad de quizás discutir la condición de mejor segunda base de todos los tiempos con Joe Morgan y Roberto Alomar. Desde el invierno en Lidom percibí que había perdido gran parte de sus habilidades.

José Antonio Mena: Entiendo que puede continuar este año, pero debe buscar un equipo que no sea competitivo y le garantice tiempo de juego. Que se enfoque más en sus estadísticas y no en un equipo ganador.