El éxito en las olimpíadas

Soy un firme creyente de que las cosas no suceden por casualidad.

Por eso pienso que si se alcanza el éxito en alguna actividad es porque se cambiaron las tácticas empleadas en el pasado o se hizo un esfuerzo extra para mejorar.

Eso se puede aplicar a la notable actuación de nuestros atletas en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Estoy convencido de que ganar 5 medallas en una misma edición, cuando la mayor cantidad era dos, no es producto del azar, sino fruto de una estrategia relacionada con la erogación de los recursos económicos por parte del gobierno.

Por supuesto, es justo reconocer el trabajo de las federaciones deportivas, el Comité Olímpico Dominicano y el Circulo Deportivo de las Fuerzas Armadas, y el apoyo del programa Creando Sueños Olímpicos, piezas claves en la consecución de una cosecha de preseas sin precedentes.

También se debe resaltar la labor de los entrenadores y del personal que asiste a los atletas, pues es muy poco lo que se lograría sin sus aportes.

Y claro está, hay que colocar en un pedestal a nuestros atletas, los verdaderos héroes de la gran gesta registrada en tierras niponas.

Esos atletas que con su esfuerzo, tesón y sacrificio pusieron en alto el nombre del país.

Pero esta vez lo que marcó la diferencia fue la entrega con un tiempo de antelación inédito de los fondos para la participación en los torneos clasificatorios, fogueos y preparación de nuestra delegación que asistió Tokio por parte del ministerio de Deportes, en la actual gestión del ingeniero Francisco Camacho.

Eso fue crucial en la exitosa actuación de nuestros atletas, como lo fue la creación de la burbuja por parte del MIDEREC y el Ministerio de Salud en el Albergue Olímpico para que los atletas, con todas sus necesidades cubiertas, pudieran entrenar durante la pandemia con seguridad y sin distracciones.

Igualmente fueron vitales los recursos extras aportados por la cartera deportiva a atletas y equipos que competirían en Japón, como los pasajes y seguros de viaje para que las Reinas del Caribe asistieran a la Liga de Naciones en Italia o los 50 mil dólares que se erogaron para que el equipo de béisbol participara en el Repechaje de Puebla y los 18 millones de su traslado a Japón, una vez lograda la clasificación.

En definitiva, sin los buenos oficios del titular de Deportes y el apoyo del presidente Abinader, difícilmente hoy estuviéramos celebrando las proezas logradas en las olimpiadas.