Blanca Iris Alejo: “Soy una atleta de la época cero”
Pese a su retiro como atleta activa del seleccionado nacional femenino de tenis de mesa, siempre recuerda los momentos estelares de su carrera, en la que acumuló 10 medallas en Juegos Centroamericanos.
El correr del tiempo es una de las causas del olvido de hechos y acontecimientos del pasado.
Blanca Iris Alejo fue una de las pioneras del tenis de mesa femenino de la República Dominicana, muy pocos recuerdan las hazañas de esta pequeña de estatura pero con un gran corazón, coraje y entrega en todas y cada una de las competencias que les tocó asistir.
Ganadora de múltiples premios y reconocimientos en su momento, hoy casi nadie recuerda esas hazañas.
En su haber acumula diez medallas en Juegos Centroamericanos y del Caribe (seis de plata y cuatro de bronce), asistió a dos Juegos Olímpicos y tiene el honor de ser la primera mujer dominicana que asiste a una competencia de tenis de mesa en unos Juegos Olímpicos (Seúl 1988). Posteriormente formó parte de la delegación que asistió a las olimpíadas de Atlanta 96.
Es una atleta que aún se mantiene activa. Es una maratonista que logró clasificarse para el prestigioso Maratón de Boston junto a otras dos fondistas de la ciudad de Houston, donde reside, pero no pudieron asistir por la pandemia.
Y es que precisamente la pandemia del Covid-19 le ha ayudado a reflexionar sobre su carrera de deportistas y el servicio que aún da a la comunidad deportiva, sin importar el lugar donde se encuentre.
“Soy una deportista de toda la vida”, proclama Blanca Iris, cuando apenas siendo una adolescente dio a República Dominicana la primera medalla (bronce) Centroamericana y del Caribe en La Habana, Cuba.
Cuatro años después, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Santiago 86 entregó otras dos medallas, esta vez, de plata. “He dado mi vida por el país, he dejado el pellejo en los escenarios para representar bien a la República Dominicana”, replica Blanca Iris, quien ha recibido muy pocos reconocimientos por su dilatada carrera de 24 años representando su tierra natal en los escenarios internacionales.
“La historia se olvida muy rápido, nadie sabe quien soy, pero aún así, sigo haciendo todo lo que esté a mi alcance para ayudar y motivar a otros y decirles que el deporte es el mejor camino”.
Ocasionalmente viene a República Dominicana, donde monta una especie de campamentos para ofrecer clínicas con niños y adolescentes de diferentes edades. “Soy docente de profesión”, indica, para señalar que labora en una escuela primaria con niños en su ciudad de residencia, Houston, Estados Unidos, pero su tiempo libre tiene la rutina de correr y también montar bicicletas.
Su carrera “Mí carrera fue muy bendecida”, añade Blanca Iris, quien cita la tutela de los dirigentes Tony Reyes y César Mejía, desde el inicio de su carrera en 1977.
Todo comenzó en el colegio María Inmaculada donde los domingo asistía acompañando a su madre a las misas, luego se quedaba a practicar tenis de mesa, convidada por una monja. Cuando inició en el colegio María Inmaculada con ella también jugaban ping pong Silvia Corrie, Yolanda Logroño y Yamil Peña.
“Realmente mi pasión era el voleibol pero era muy pequeña de estatura”, cuenta la ganadora de cuatro medallas, dos de oro y dos de plata, en un torneo master celebrado en el país en 2016.
Justamente un año después de iniciarse en el tenis de mesa ganó un torneo nacional. Ya en 1999 formó parte del equipo femenino que asistió a los Centroamericanos y del Caribe de El Salvador ganando medalla de bronce. Sin embargo, recuerda lo siguiente: “Mi momento más emocionante fue en Santiago 86. Verme tan cerca de ganar oro” en individual femenino, pero memoriza que la emoción de asistir a unos Juegos Olímpicos es algo sin igual, “es algo que uno siempre sueña”.
Ir a unos Juegos Olímpicos “fue experiencia muy bonita, poder hacer el equipo y competir con las mejores jugadoras del mundo”, expresando la solidaridad que tuvo de jugadoras de la épica como Dolores Peralta, Brígida Pérez y otras.
“Somos de la época cero, porque nadie conoce a uno”, dice la destacada tenimesista.
“Nosotras dejamos el pellejo y empezamos el tenis de mesa femenino, nadie nos conoce en Santo Domingo”
“Del tenis de mesa femenino se habla muy poco, siempre se ha mantenido un poco marginado”, comenta Blanca Iris.
SEPA MÁS Su vida en Estados Unidos Profesora En Houston, Texas, donde reside de hace poco más de 20 años, se desempeña como maestra bilingüe del primer grado en una escuela publica. Fue precisamente en la Universidad de Houston donde se graduó de licenciada.
Sentimientos Celebra que hayan reconocido a algunas figuras de ese deporte pero se llena de nostalgia saber que con el tiempo haya desaparecido su legado de la mente y corazón de la sociedad dominicana.
Esposo Lleva 11 años de casada con Andrew Jackson y tienen a Joseph Becker, de 25 años como hijo, al que adoptó desde que tenía 12 años, tras el fallecimiento de su madre. Cuenta que lo atendía desde que tenías meses de nacido.
Blanca Iris y el estadounidense Andrew Jackson al momento de contraer nupcias,