LA CRÓNICA DE LOS MARTES

Chito no se duerme

El amigo Alejandro Asmar Sánchez, alias “CHITO”, es una persona de muchas actividades, nacido en el sector capitalino de San Carlos, abogado de profesión y con innumerables facetas, trabajador, deportista, amante de la creatividad y un ser humano repleto de acciones positivas, que lo manifiesta constantemente. El inmortal del Deporte Dominicano, en su rol de propulsor, es también, entre otras muchas cosas, un religioso de la poesía, y al efecto acaba de producir la obra “De lo pagano a lo divino” o “Entre la tierra y la cruz”, volumen este que pondrá en circulación esta semana en su Club Naco, entidad social y deportiva, que Chito la ha llevado a convertirla en uno de los mejores centro de entretenimiento del Caribe y parte de América. La verdad que el otrora pitcher e inicialista, es incansable, no se duerme, pues además de sus funciones como Presidente del Club Naco, posición en la cual ha sido reelecto varias veces, implantando récord entre los clubes, ahora se da a la tarea de escribir versos, como si recibiera inspiración divina, pues sus mensajes van dedicados al amor, lo más sublime que existe en nuestras vidas. CHITO, FELICITACIONES MIL. Equipos de baloncesto de otras épocasEn septiembre de 1940 fue inaugurado el Palacio de Convenciones y Deportes de La Habana-Cuba, con el inicio de una serie de baloncesto interantillano, compuesto por equipos de Puerto Rico, Cuba y Dominicana.

El quinteto criollo rindió una excelente labor y sus jugadores se distinguieron por sus tiros a la larga distancia. Era la primera vez que una selección nativa viajaba a la vecina isla. Los integrantes de ese gran combinado: De izquierda a derecha: Rafael Espada, Jorge-Cosaco-Klus, Felpe Maduro, Rafael Uribe, Oscar Gobaira, Richard Arredondo, Máximo Bernard, Mario Espinola, Minoco Thormann y Sixto Vicioso. En cuclillas: Tulio H. Arvelo, delegado y Máximo Llaverías Martí, coach.

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