Por una red de apoyo a los pacientes oncológicos

La lucha contra el cáncer ya es de por sí una de las batallas más duras para quienes la enfrentan.

Esta carga se hace aún más pesada para aquellos pacientes de bajos recursos que deben trasladarse desde sus localidades a Santo Domingo o Santiago, las únicas ciudades donde se encuentran los centros oncológicos especializados que pueden tratarlos.

Muchos de ellos llegan con la esperanza de recibir atención médica, pero se enfrentan a una realidad angustiante: la falta de recursos para cubrir su estadía, alimentación y transporte.

Hoy, los hospitales están llenos de historias de personas que, además de sufrir por su salud, padecen la precariedad de no contar con un techo que los cobije durante sus tratamientos.

La carencia de centros de acogida adecuados para estos pacientes y sus acompañantes es una brecha que, de no ser cubierta, deja a muchos sin el apoyo digno que requieren en un momento tan vulnerable de sus vidas.

La situación nos invita, como sociedad, a reflexionar sobre el papel de la solidaridad y el apoyo institucional.

Es aquí donde el gobierno, las empresas privadas y las organizaciones filantrópicas pueden y deben hacer una diferencia.

La construcción o ampliación de centros de acogida para estos pacientes debe ser una prioridad en la agenda de responsabilidad social, pues se trata de una inversión en humanidad, en aliviar las cargas de quienes están en su momento más crítico.

Uniendo voluntades, podríamos crear espacios donde estos pacientes y sus familiares encuentren no solo un lugar para dormir, sino también el calor humano y la tranquilidad que se necesita para sobrellevar la enfermedad.

El llamado es claro: que el gobierno y las empresas se sumen para crear una red de apoyo que permita que los pacientes de cáncer reciban, en todo momento, el apoyo digno que merecen.

Esta es una causa noble, una causa de vida, y todos tenemos un rol que jugar en ella.