Consenso a la inversa
El proyecto de reforma fiscal presentado por el gobierno ha levantado un consenso de rechazo que ha persuadido al presidente Luis Abinader de la necesidad de revisarlo.
El ministro de Hacienda, Jochi Vicente en la mañana y el presidente Abinader en la tarde, informaron que están dispuestos a discutir varios aspectos de las nuevas cargas impositivas.
Revisar ese proyecto es un imperativo de la hora porque como está concebido traspasa como una espada a todos los sectores sociales y económicos del país, lo que podría provocar graves daños a los negocios, el empleo, la alimentación, los servicios y el transporte.
Lanzar sobre la población altos gravámenes a los bienes de consumo básico, a la vivienda, a las zonas francas, al turismo, a la inversión en sentido general, es un coctel de difícil digestión.
Por esa razón es que empresarios, líderes políticos, sociales, religiosos y dirigentes populares han expresado su oposición al contenido de la reforma, que estiman insoportable para la población.
El presidente Abinader y sus funcionarios, así como los legisladores, deben escuchar con detenimiento los cuestionamientos a la reforma fiscal, porque la armonía, la paz y la libertad de que disfrutamos hoy, valen más que RD$122,000 millones.
Es cierto que un gobierno con más dinero puede hacer una administración más floreciente en materia de obras, pero ahora lo fundamental es no descarrilar el tren del crecimiento que ha tenido el país después de la pandemia.
Debe tomar en cuenta el gobierno que el mundo está a un tris de varias guerras devastadoras en Europa y Asia Occidental, lo que podría provocar alzas incontrolables de las materias primas y los alimentos.
Mantengamos nuestra economía y el nivel de gastos personales y gubernamentales en las condiciones actuales para evitar desaciertos que luego serían muy difíciles de enderezar.