Un muerto en la basura
En un mundo tan caótico, nada tiene de raro que muchas sorpresas ocurran a la vez, en cuestión de segundos. Aprendimos a vivir en medio de esa masa inagotable de sucesos novedosos que la llamada profesión periodística reporta diariamente.
Una vez ejerciendo la manía de contar historias, el caos pareciera ser el mar donde florecen datos en lugar de peces y estos, en lugar de comida, se transforman en noticias. Ante incendios, tiroteos, accidentes, inundaciones alguien tiene que estar para contar lo sucedido con lujo de detalles.
Pero claro, la agenda no siempre gira en torno al caos, hay días en los que el viento sopla lento, el tránsito se vuelve apacible, las bocinas se apagan, la gente conversa tranquila en las esquinas… pero hasta en esos días uno debe estar alerta porque cualquier cosa puede suceder.
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