Reflexiones del director

Un periodismo transparente, útil y justo

En un mundo atomizado de medios de comunicación, no pocos se preguntan si el periodismo corre el riesgo de extinción.

Y más aún, si la prensa escrita que lo ha simbolizado durante más de dos siglos va también por el camino de la hecatombe.

Esas dos inquietudes afloran siempre entre amigos lectores y entre algunos asistentes a nuestras charlas o mesas de debates sobre los desafíos del periodismo y el futuro de la prensa.

A todos les digo que el periodismo no desaparecerá, sino que se adaptará a nuevos marcos para ejercitarse.

Y que la prensa escrita tiene todavía muchas salidas de escape frente a la tormenta de cambios que hoy vapulean sus bases de sustentación económica.

En un contexto como éste, es crucial que prestemos atención a lo que nuestras audiencias realmente desean de nosotros.

El último informe del Digital News Report del Instituto Reuters nos brinda una visión clara y precisa de estas expectativas.

Y creo que es aconsejable que los periodistas y los medios nos alineemos con ellas para mantener la relevancia y confianza en nuestro trabajo.

La prioridad número uno es defender a capa y espada un periodismo riguroso y justo, lejos del sensacionalismo.

Es esencial que nuestras noticias se basen en hechos verificables y se presenten de manera objetiva, sin exageraciones que puedan distorsionar la realidad.

La precisión debe ser nuestra guía constante. La transparencia, por igual, es fundamental.

Como bien dice Deborah Turness, directora ejecutiva de BBC News, “la gente no solo quiere saber qué sabemos (y qué no sabemos), sino cómo lo sabemos”.

Debemos ser claros sobre nuestras fuentes de información, los procesos internos de verificación y los posibles sesgos que pudieran inocularse, más ahora que nos movemos en un ecosistema perforado por las noticias falsas.

Este nivel de apertura no solo fortalece la confianza, sino que también educa al público sobre nuestro proceso de trabajo.

El sensacionalismo puede atraer momentáneamente a las audiencias, pero a largo plazo, deteriora nuestra credibilidad.

Debemos enfocarnos en la profundidad y precisión de nuestras historias, evitando titulares llamativos que no reflejen el contenido real de la noticia.

Nuestra labor incluye la responsabilidad de investigar a los poderosos sin reservas, misión que exige mucha responsabilidad y valentía.

La vigilancia sobre los que ostentan poder es esencial para una sociedad democrática y justa.

No debemos guardar nada cuando se trata de exponer la verdad y garantizar la rendición de cuentas.

No todas las noticias deben ser duras o negativas. Las audiencias también valoran las historias que educan, inspiran y ofrecen perspectivas útiles a nivel personal.

Además, según las conclusiones del Digital News Report, las audiencias de hoy desean contenidos que les ayude a conectar con los demás y les brinde una sensación de esperanza.

Es nuestro deber equilibrar la cobertura de noticias urgentes con notas que aporten positividad y utilidad práctica.

En definitiva, el público nos pide un periodismo transparente, justo y útil. Y es nuestro deber responder a estas expectativas con dedicación y profesionalismo. 

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