Escuelas en estado crítico
A pocas semanas del inicio del nuevo año escolar en agosto, cientos de escuelas públicas se encuentran en condiciones deplorables, con aulas, baños y otros espacios docentes en estado crítico.
Esta situación, que puede afectar la calidad de la educación, ha sido denunciada con suficiente tiempo de antelación por un grupo de maestros de la educación pública.
Esta preocupación de la corriente magisterial Juan Pablo Duarte no puede ser ignorada, ya que con ella se persigue asegurar un ambiente organizado, limpio y seguro a la hora de volver a las clases.
Es inaceptable que, en pleno siglo XXI, nuestras escuelas sigan padeciendo de infraestructura deficiente y falta de recursos básicos, como subraya la denuncia de estos educadores.
Este período de vacaciones es el momento ideal para que el gobierno y el Ministerio de Educación aceleren las reparaciones y finalicen las construcciones pendientes de centros educativos.
La sobrepoblación en las aulas y la falta de espacios para los estudiantes, especialmente en los niveles de primaria e inicial, son también problemas que deben ser abordados con la máxima urgencia.
Más de 200,000 niños entre tres y cinco años están actualmente sin espacio para recibir una educación inicial, un déficit que el Estado no puede seguir ignorando.
La exigencia de los maestros también incluye la provisión oportuna de recursos y materiales necesarios para el proceso de enseñanza.
Los registros de calificaciones que llegan tarde y la falta de apoyo material son obstáculos adicionales que complican la labor educativa.
El Ministerio de Educación debe asegurarse de que todos los medios necesarios estén disponibles desde el primer día del nuevo año escolar.
Es tiempo de que el gobierno demuestre su verdadero compromiso con el futuro del país, garantizando que todas las escuelas estén listas y en óptimas condiciones para recibir a estudiantes y maestros en el nuevo periodo de clases.