Vivir en seguridad es la verdadera prioridad nacional

En el camino de las reformas estructurales que se ha trazado el gobierno, la seguridad ciudadana debe ser el eje transversal.

Sin ella, ningún país puede garantizar el bienestar ciudadano ni su desarrollo económico y social.

En el caso nuestro, la inseguridad es una preocupación creciente en la medida en que se multiplican los actos delincuenciales, las injusticias y las violaciones a leyes elementales.

Mientras en otros países civilizados el cruzar la línea de peatones cuando un semáforo lo indica, produce una de las mayores sensaciones de seguridad, aquí significa arriesgarse al atropello o la muerte.

Esta amenaza contra la vida y la integridad ciudadana es latente, día a día, hora a hora, en nuestros vecindarios y vías públicas.

Si bien está en marcha una reforma profunda de la Policía, para hacerla más eficiente en el combate a la delincuencia, se necesita la integración efectiva de las comunidades como brazos de apoyo a ese objetivo.

Es urgente, asimismo, un mayor despliegue de tecnologías modernas como cámaras de seguridad, sistemas de reconocimiento facial y análisis de datos para prevenir y resolver crímenes.

Si es preciso, hay que fomentar la creación de comités de vigilancia y programas de vecinos vigilantes.

Y establecer centros de monitoreo urbano que coordinen la respuesta rápida a incidentes o amenazas reales a la seguridad ciudadana.

De nada valdrá acometer una política reformista de nuestras estructuras jurídicas y laborales, si el ciudadano no se siente seguro cuando está o sale de su hogar a trabajar o distraerse.

Al no existir un sistema judicial eficiente y transparente que garantice que los delincuentes sean procesados y castigados adecuadamente, la criminalidad campea por sus fueros.

Abordar las causas subyacentes de la criminalidad, como la pobreza y la falta de oportunidades, a través de políticas de desarrollo económico inclusivo, debería ser la antesala de todo el paquete de reformas que se propone impulsar el gobierno en el próximo cuatrienio.