¡Meta cumplida!
Pese a un escenario mundial cargado de tensiones e incertidumbres, atraer 10 millones de turistas al país ha sido una real proeza.
Esta meta la ha logrado la República Dominicana, gracias a una combinación de factores, más allá de sus encantos naturales, sus playas y la hospitalidad de sus habitantes.
Crear una corriente de flujos turísticos de esta magnitud ha sido posible, en gran medida, por el clima de seguridad y de estabilidad política que contrasta con el de otros destinos.
¡Meta cumplida!
En paralelo, los incentivos y las garantías ofrecidas a los inversionistas nacionales y extranjeros han estimulado un crecimiento impresionante de las infraestructuras, base fundamental para acoger semejantes flujos.
La decisión tomada por el presidente Luis Abinader y ejecutada por el ministro de Turismo, David Collado, de garantizar “zonas libres de Covid” durante la pandemia, fue un certero aldabonazo a los esfuerzos de sostener este pilar de la economía.
El país mostró resiliencia frente a un fenómeno, como el de la pandemia, que provocó suspensiones de vuelos, viajes de cruceros y restricciones en el gasto para estos fines.
Todos los patrones de viajes turísticos resultaron alterados, pero el ministro de Turismo, contra viento y marea, salió a buscar esos 10 millones por distintos países, ofreciendo atractivas ofertas.
La llegada de esa cantidad este año coloca al país en el mapa de las naciones que, año tras año, marcan ingresos de más de 10 millones de turistas, como España, Francia, Estados Unidos, China, Italia y México.
El impacto de este esfuerzo ha sido notorio en la economía, revitalizándola después de dos años de vaivenes y fluctuaciones en los mercados financieros que afectaban las tasas de cambio de las divisas y, por ende, encarecían los destinos turísticos.
Una vez conseguida la meta cuantitativa de los 10 millones, el desafío sigue siendo el de diversificar las ofertas de sus enclaves turísticos, asegurar su sostenibilidad con medidas de estímulos y proteger al máximo el clima de seguridad y de buenos servicios e infraestructuras de descanso y deleite.