Los horarios nocturnos de las universidades
Las universidades dominicanas han avanzado mucho en el esfuerzo de incorporar las últimas tecnologías a sus esquemas de enseñanza.
De hecho, la mayoría ofrece ya un modelo híbrido de clases virtuales y presenciales, en horarios distintos.
Sus aulas también experimentan transformaciones, pues han sido dotadas de equipos que facilitan la docencia y el aprendizaje, sea presencial o virtual.
Ahora se les llama “aulas inteligentes”.
Reflejan las innovaciones que ya han sido aplicadas por prestigiosas universidades del mundo.
Con este andamiaje tecnológico es posible acometer ahora un cambio gradual de sus tradicionales horarios nocturnos para que, en lugar de presencial, las clases se impartan en plataformas virtuales.
Entre muchas razones, por esta de peso: hay muchos riesgos para los estudiantes que tienen que caminar a pie después de las diez de la noche desde sus universidades a las estaciones del Metro o las rutas del transporte público.
A esa hora y más tarde aún, caminar por calles mal iluminadas y poco vigiladas por la Policía es exponerse a los peligros de atracos perpetrados por motoristas y malandrines que salen de noche a hacer fechorías.
Antes existían unidades patrulleras específicamente destinadas a los llamados “corredores universitarios” para vigilar y proteger los entornos de esos recintos.
Aun así, los riesgos trascienden los polígonos de esas universidades y no tenemos tantos policías para asegurar la integridad y la vida de todos los estudiantes de tandas nocturnas.
Ojalá que las universidades ponderen la posibilidad de suprimir, en lo posible, sus clases nocturnas presenciales, dadas estas inocultables realidades de riesgos que enfrentan, sin excepción, a los estudiantes que carecen de vehículos de motor.
Y no solo ellos, sino cualquiera que ande de noche por nuestras calles.