Las células ocultas de las bandas haitianas
Mientras se espera la intervención de una fuerza multinacional armada en Haití, el gobierno dominicano debería emplear toda su capacidad de inteligencia para detectar aquí las células ocultas de las bandas que aterrorizan ese país.
Dadas las facilidades y complicidades que han favorecido el crecimiento y sustentación de esas bandas, nadie pone en duda la existencia de agentes subversivos operando aquí en apoyo de los clanes que matan, secuestran y extorsionan en Haití.
Un investigador extranjero, Evan Ellis, a quien se le atribuye un análisis para el ejército peruano sobre las actividades de esas bandas, da por un hecho que el territorio dominicano ha sido utilizado para planificar operaciones terroristas en Haití.
Se le tiene como una “zona segura” para proteger a familiares de los líderes de las gangas y para el depósito del dinero de los secuestros o de las ayudas financieras que les proveen las élites haitianas que las patrocinan.
Parece existir una bien articulada red para el trasiego de armas modernas desde aquí, por centenares de miles, a través de la frontera, valiéndose de apoyos de civiles y militares.
Con la inusitada adquisición de bienes inmuebles o de inversiones en el país se evidencia un patrón ya conocido que emplearon narcotraficantes y guerrilleros en América del Sur o Centro América, para lavado de activos y aseguramiento de sus fondos o insumos de guerra.
En otras oportunidades hemos planteado la lógica posible de que las bandas haitianas utilicen el territorio dominicano como un excelente escenario para obtener “profundidad estratégica” en sus sangrientas luchas por el poder.
Las últimas revelaciones de Estados Unidos, Canadá y Naciones Unidas que involucran a figuras políticas y empresariales en la sustentación de esas bandas, hacen más verosímiles estas inquietudes.
Por lo tanto, el gobierno dominicano no debe escatimar esfuerzos para “limpiar adentro” y desactivar y neutralizar esas células secretas que actúan, solapadas, en nuestro país.
Debe de hacerlo desde ya, como operación preventiva, antes de que comience la profilaxis de la fuerza multinacional en Haití que, sin duda alguna, provocará un repliegue estratégico de los bandoleros en el territorio nacional.
Ahora más que nunca debe mantenerse el sellado completo de la frontera, a sabiendas de que tenemos el enemigo dentro, listo para soliviantarse cuando llegue la debacle.