editorial
¿Puede Haití ser una especie de Gaza en el Caribe?
No pocos han comenzado a buscar puntos de afinidad entre la génesis de Hamás, las milicias islámicas que se apoderaron de la Franja de Gaza, y la de las bandas armadas que hoy controlan Haití.
En una lucha por reivindicaciones distintas, Hamás y las gangas haitianas han recurrido a múltiples formas de violencia y extorsión para hacerse dominantes en sus respectivos territorios.
Los primeros defienden hasta la muerte el derecho a una tierra que dicen les pertenece y que le disputan a Israel.
Las bandas armadas haitianas, a su vez, tienen sed de poder y de control político y económico en su país y hacen un gran ejercicio de fuerza para alcanzarlo.
Mientras no sean desplazadas por una fuerza militar superior, decididamente enfocada en pulverizarlas, esas bandas seguirán adueñándose de espacios territoriales en Haití que defenderán a costa de todos los riesgos.
En la medida en que las fuerzas centrífugas desatadas por los ejemplos de heroicidad y martirologio de los palestinos de Hamás se expandan más allá del Oriente Medio, el mundo sentirá más de cerca las llamas de este infierno.
Casi como ocurrió con el “foquismo”, la fiebre por la guerrilla revolucionaria que arropó a toda América Latina tras el triunfo castrista en Cuba en 1959.
El efecto de contagio que tuvo el “foquismo” representado por el Che Guevara, parece estar reflejándose en las demostraciones de solidaridad de otros grupos semejantes del Líbano, Chechenia, Afganistán e Irán, que dicen estar listos para entrar en combate contra Israel y sus aliados.
Hay, pues, razones atendibles para que República Dominicana mantenga la vista fija sobre lo que puede acontecer en Haití, a la luz de lo que ocurre en Gaza.
Porque con un Oriente Medio envuelto en fuego, Haití deja de ser una prioridad en la agenda geopolítica de las grandes naciones que promueven en la ONU una intervención pacificadora allí.
Las bandas armadas, con las manos más libres para dar golpes severos a las fragmentadas estructuras de poder en Haití, se fortalecerán más y más en la medida en que la Gaza del Oriente Medio, sea la sala de parto de un nuevo orden mundial.