REFLEXIONES DEL DIRECTOR
El día que no teníamos noticias
Era domingo y los pocos periodistas que estaban de turno en la Redacción matábamos el tiempo, a la espera de noticias que valieran la pena para la edición del lunes.
Algunos repasaban documentos que habían recibido de algunas instituciones, oficiales o privadas, para ver si encontraban algo relevante de reseñar.
Y la confianza la depositábamos en los reporteros que estaban asignados a la fuente policial o a la eclesiástica, por aquello de los sermones en las misas dominicales, y en los corresponsales de provincias más activos en las búsquedas noticiosas.
En ese momento entró a la redacción el colega Tomás E. Montás, encargado de cubrir la Secretaría de Interior y Policía y las Fuerzas Armadas, además de sus colaboraciones deportivas.
Le apodábamos “El diablo Montás”, porque era diestro en su oficio.
Al verlo, el subdirector Francisco Comarazamy le comentó que estábamos flojos de noticias y que si, por casualidad, tenía alguna de reserva para salir del paso.
El “Diablo Montás” le respondió enseguida: “Bueno, tengo algunos datos que me dieron hace algunos días y estoy averiguando si es verdad que al país entró un alto jefe de la mafia internacional”.
-Pues, ¡esa es la noticia!, dijo jubiloso Comarazamy.
En efecto, al día siguiente el Listín Diario destacó a ocho columnas como su principal de portada, este titular: Alto jefe de la mafia entra al país.
Como era previsible, esta noticia causó mucho impacto entre los lectores.
A pocas horas, desde la Policía Nacional y la Secretaría de Interior se informó que “estamos realizando las investigaciones de lugar, pero no podemos dar más detalles”.
Dos días después, las autoridades dijeron: “Estamos pisándole los talones” al presunto jefe mafioso.
Y a la semana, ¡por fin!, se produjo la esperada captura. Un francés, que despertó sospechas a la Policía, fue detenido en Puerto Plata, conducido a la capital y puesto en lista de inmediata deportación.
Resultó el chivo expiatorio de una noticia que, al pasar el tiempo, el activo “Diablo Montás” confesó que la fabricó para sobredimensionar a un personaje, buscado por la Interpol, pero no por ser un jefe mafioso, sino un delincuente de menor cuantía.
Una “fake News” preparada con una mezcla de ficción y pocos datos reales, simplemente para salir del paso al día que no teníamos noticias.