REFLEXIONES DEL DIRECTOR
La infodemia pasa factura
La saturación informativa que hizo subir los picos de audiencia audiovisual en los primeros años de la pandemia, 2020 y 2021, ya comenzó a pasarle factura a los medios de comunicación, no sólo digitales.
Este fenómeno, conocido como infodemia (epidemia de información) alcanzó su mayor auge en el período de los confinamientos y restricciones mientras el coronavirus se expandía, con toda su carga letal, por el mundo entero.
La gente, trancada en sus casas, recurría a los medios audiovisuales para enterarse de la marcha del coronavirus, mantener sus contactos interpersonales y conocer de remedios y precauciones para evitar contagios y proteger la vida.
Dos años después, el efecto de la fatiga de las pantallas y la abundancia de noticias falsas en las redes sociales ha tocado fondo, registrándose una sensible disminución en los enlaces de noticias y, en paralelo, un creciente nivel de desconfianza en los medios.
Así lo pone en evidencia el último informe del Digital News Report del Instituto Reuters, tras un sondeo en 46 países en el que muestra una tendencia mundial hacia la evasión noticiosa en los medios impresos y digitales, sobrecargados de informaciones sobre la pandemia, la guerra ruso-ucraniana y los impactos de la inflación mundial.
Los usuarios dicen que no quieren escuchar ni leer malas noticias, mucho menos las que son falsas o dudosas, que empeoran su estado de ánimo y por eso buscan, en la evasión, aquellos contenidos que les divierten o entretienen.
En medio de esta pronunciada caída, es relevante el dato de que un apreciable 47 por ciento de los que todavía consumen estos contenidos, presta más atención y seguimiento a las marcas reconocidas, como las tradicionales y grandes cabeceras impresas del mundo que, a su vez, extrapolan esas fortalezas a sus medios digitales.
Este declive obliga a los medios a repensar las estrategias para asegurarse la fidelidad de sus usuarios, en base a contenidos mejor depurados, a la calidad, profundidad y exactitud de los mismos, y a conservar con nuevos incentivos a los suscriptores de pago, hasta ahora sus principales sustentadores.