¡Sigan a Farruko!
En la cima de una carrera labrada a base de música con letras cuestionadas, el popular reguetonero puertorriqueño Farruko ha sorprendido al mundo farandulero con un inesperado acto de constricción.
En pleno concierto a casa llena en La Arena de Miami, pidió perdón por el contenido de sus canciones, muy explícito en cuanto a promover el consumo de drogas y las aberraciones sexuales.
Confesó que, tras una experiencia espiritual, Dios le ha abierto el camino de la conversión.
“Yo no sabía el mensaje que estaba diciendo en mis canciones. Sabrá Dios a cuantos de sus hijos les hice daño y hoy día me paro como un varón a decirles que me perdonen como ser humano, porque el amor empieza por el perdón”.
Lo de Farruko no es el primer episodio de la cadena de conversiones de cantantes populares que renunciaron a las llamadas letras vulgares, con las que alcanzaron fama y dinero, para asumir los contenidos limpios, con los que otros también pudieron triunfar.
Héctor “El Father”, uno de los pioneros del género urbano, lo hizo en el 2008, tras admitir que sentía que vivía en un vacío pese a su fortuna y se convirtió en pastor.
Almighty hizo lo mismo en 2019, entregándose a la música cristiana y a una labor pastoral.
Límbico, cuyo nombre real es José Cornelio, reconoció que a sus 30 años ha tenido una vida muy accidentada, marcada por el “consumismo” y el “mal vivir”.
Y Juan Voltio, un rapero de la vieja escuela, se retiró en 2015 y ahora es evangelista.
Todos tienen un mismo punto en común para el arrepentimiento, tras convencerse de que los contenidos que promovieron eran dañinos y a contracorriente de los valores humanos que sustentan una sociedad sana.
Aunque sus fans perdieron a estos ídolos, el camino de la decencia los ha engrandecido más. Ojalá que otros se animen y ¡sigan a Farruko!