Casa por casa
A diez meses de ponerse en marcha el plan nacional de vacunación contra el Covid, el objetivo fundamental de inmunizar al 70 por ciento de la población no ha sido logrado en el tiempo calculado.
Pero estamos cerca.
Hasta ayer, las estadísticas registraban 5 millones 518 mil 624 personas vacunadas con dos dosis y un millón 300 mil 871 con la tercera o de refuerzo, lo que indica que hace falta dar un empuje mayor al proceso.
Si bien se logró que 6 millones 837 mil 441 personas se pusieran la primera dosis, probablemente con la inclusión de los menores desde los 12 años de edad en medio del periodo de clases, es obvio que solo completando el esquema de dos y tres dosis nos blindaríamos mejor frente a la pandemia.
Llevar la vacunación casa por casa, en una situación como la actual, marcada por un ascenso de los contagios, es impostergable.
Bastaría ponderar una logística que implique movilizar el mayor número de vacunadores que están ahora en situación pasiva en puestos a los cuales no acuden muchas personas y concentrarlos en cuadrantes de ciudades, para hacer el trabajo casa por casa.
Abarcaríamos así a más ciudadanos y nos aseguraríamos de alcanzar en breve tiempo el umbral del 70 por ciento, y algo más, que es el nivel aceptado para lograr la inmunidad de rebaño.
Esa inmunidad de rebaño es ahora más crucial, pues la prevalencia de nuevas variantes de mayor poder y velocidad de contagio solo se frena si la mayoría está apropiadamente inoculada y fortalecida para resistir el embate y si, en adición, respetamos escrupulosamente el uso de mascarillas y el distanciamiento físico y controlamos las aglomeraciones.
Ya que está en marcha, en paralelo, otra campaña de vacunación contra la influenza, es hora de ser más agresivos en alcanzar a los que faltan por completar la segunda dosis y aplicarse la tercera, sin más demoras.