Los observadores de la OEA
Una misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) ya está en el país para seguir de cerca las elecciones del domingo.
Siempre es saludable que, en procesos de esta naturaleza, intervengan testigos neutrales que puedan dar fe de la forma en que se celebran los comicios.
Y que sirvan, de alguna manera, como una especie de validadores de la pulcritud, la limpieza y la transparencia de los escrutinios.
Sin necesidad de considerarse su papel como una injerencia, estos veedores han resultado decisivos en diferentes elecciones que se han celebrado en América Latina para certificar la legitimidad de tales procesos.
Cuentan con experiencia en el manejo de la observación de los procesos antes, durante y después de su celebración.
Son escuchas de las quejas y denuncias que preceden a estas competencias por el poder.
Ese caudal de información más la observación directa que hacen, con sus propios ojos, de los preparativos previos, los hacen aptos para recomendar correcciones o salvaguardas, en beneficio de la legitimidad electoral.
Bienvenida sea la misión de observadores de OEA y esperamos que su rol en los comicios del domingo contribuya al ejercicio, libre de presiones y de burdas compras de votos, de la auténtica voluntad popular.