Un sabotaje inaceptable
Paralizar la docencia en varias escuelas del país, justo en los primeros días de la apertura de clases del nuevo calendario, constituye un recurso imprudente y perjudicial del que ha echado manos la Asociación Dominicana de Profesores para exigir el cumplimiento de varias demandas gremiales.
Hasta ahora, la docencia ha quedado afectada en escuelas de Salcedo, San Francisco de Macorís, Santiago, Villa Riva y en algunos sectores de Santo Domingo, en reclamo del nombramiento de nuevos profesores, la reparación de algunos centros y el equipamiento de otros.
Los más perjudicados con estas paralizaciones son los alumnos, que dejan de cumplir estrictamente con el calendario escolar, trazado en una perspectiva de días y horas que no pueden ser alteradas so pena de quedarse rezagados.
Y perjudica también a los padres, en el caso de que se trate de escuelas con tanda extendida, porque les priva del beneficio del subsidio alimenticio que reciben sus hijos en la forma de desayuno, almuerzo y merienda escolar gratuitos.
El gremio de los maestros sabe perfectamente que sus paros producen estas consecuencias. Y por eso ha recurrido a ellos. Para forzar una respuesta del Ministerio de Educación de forma imperativa, casi con sabor a ultimátum.
El ministro de Educación ha repudiado, con toda razón, esta táctica ya conocida como “método de lucha” de los maestros agremiados, muy recurrente en tiempos en que existen desacuerdos entre Educación y la ADP.
Sin entrar en el fondo de los argumentos que esgrimen las partes, al LISTÍN DIARIO le parece que en este caso el gremio magisterial ha incurrido en un imprudente e inaceptable sabotaje al forzar el cierre de escuelas, y por ende, la suspensión de las clases para sustentar un reclamo que puede resolverse por otras vías menos perjudiciales.