Periodismo de verdad

Periodismo de verdad es aquel que sigue los estándares tradicionales en la búsqueda, redacción y difusión de noticias, procurando que estas sean reales, que reúnan los suficientes elementos de información que interesen al público y que estos sean ciertos y comprobables.

La responsabilidad de los medios es brindar al público un contenido que le permita enterarse o informarse de un suceso o una situación y, sobre la base de ese conocimiento, formarse una percepción mejor fundamentada de la realidad.

Como esa es la premisa que domina la misión esencial del periodismo profesional, la confianza y la credibilidad de los contenidos que trasmiten los medios resultan ser su mejor activo y de ahí se deriva el papel que juegan en la construcción de una sociedad libre y bien informada.

El periodismo profesional, veraz y de profundidad y calidad, no puede diluirse en las nuevas formas de la comunicación social que se hacen ostensibles en todas las plataformas de la esfera digital, donde muchas veces no imperan las normas y el rigor necesarios para comprobar cuando una noticia es falsa o verdadera, cuando no es satisfactoriamente objetiva, cuando es una pura manipulación o traduce parcialización.

En su libro “¿Para que servimos los periodistas hoy?”, José María Izquierdo nos recuerda que la sociedad y el periodismo independiente tienen un contrato no escrito que concede y reconoce a los comunicadores profesionales “la labor de vigilancia sobre quienes disponen de nuestros destinos, vidas y haciendas”.

“Entienden los ciudadanos - y nos exigen- que preguntemos, que investiguemos, que denunciemos; nos consideran sus centinelas...y nos han prestado el mecanismo de la alarma, ruido estentóreo que debemos hacer sonar cada vez que vemos algunas de las injusticias que son moneda corriente en nuestra sociedad”. ha dicho este autor.

Para Izquierdo, el periodista es un profesional que busca historias, que sabe encontrar los datos y contextualizarlos y, finalmente, que posee la capacidad de contarlas de forma atractiva y eficiente a los demás”.

Y parafraseando a Gabriel Garcia Márquez en su definición de lo que es un escritor, en una carta a su colega Plinio Apuleyo Mendoza, “el deber revolucionario de todo periodista es hacer buen periodismo”, lo que se resume, como ya he dicho, en una regla de oro: en buscar la verdad y trasmitirla, en la convicción de que una sociedad bien informada será siempre una sociedad más fuerte, más libre y más saludable.