¡A la Feria del Mango en Baní!
En una sociedad estresada por tantos problemas y tensiones, una Feria del Mango, como la que acaba de inaugurarse en Baní, representa una excelente opción balsámica para el fi n de semana.
En la Plazoleta de la Cultura Joaquín S. Incháustegui y el adyacente parque Marcos A. Cabral, frente al ayuntamiento, se congregan los productores de mangos de Baní y otras provincias para mostrar más de cien variedades de la sabrosa fruta.
Y el entorno se anima con presentaciones de grupos folclóricos, degustaciones de las variedades de mangos, exposición y venta de plántulas y charlas educativas.
Los banilejos que viven fuera suelen ir en romería a su pueblo, pero también acuden a la feria, año tras año, mucha gente de la capital y otras provincias, como una forma de encontrar sana recreación y alejarse por horas de los ambientes cargados de peligros, restricciones, ruidos y caos del tránsito.
Además de saborear mangos, se pueden comprar de distintas variedades a precios de feria. Pero hay más opciones: los banilejos ofrecen en bandejas sus platos típicos y en la zona del parque municipal se abren “mini-restaurantes” para esas degustaciones.
El que asiste a la feria puede calibrar la magnitud que ha alcanzado, en el mercado internacional, el mango banilejo y los mangos sureños. Solo los productores de Baní tuvieron ventas por 20 millones de dólares el año pasado y los negocios siguen viento en popa en este 2017.
El mango dominicano, cuya capital es Baní, ha penetrado en Europa, Asia y Estados Unidos y no está lejano el momento en que pase a ocupar el liderato caribeño en exportaciones a esos mercados, gracias a la calidad, inocuidad y exquisitez.
Ya el mango banilejo es una “marca-país”, como lo es, en otro rublo, el café Santo Domingo, de la empresa Induban, nacida en Baní, a cuyo presidente Rafael Perelló se le ha dedicado esta Decimotercera Feria del Mango, por sus permanentes contribuciones al desarrollo agroindustrial y al auge cultural de la provincia.