Una perfecta guerra bacteriológica para salvar el mango

El mango dominicano ya no va a parar, como antaño, a las pocilgas de los cerdos como alimento. Y ya tampoco se regala. Porque tiene valor, que cada día aumenta.

De unos años hacia acá, el mango dominicano, pero, especialmente el emblemático “banilejo”, se ha convertido en uno de los más prometedores rubros de consumo y exportación del país.

Es apetecido en los mercados de Europa, el Reino Unido y Japón, y no tardará en conquistar un privilegiado espacio en los Estados Unidos, no sólo por su sabor sino por sus nutritivas propiedades, que también resultan propicias para el cuidado de la piel.

México, uno de los mayores productores mundiales de mango, vio mermar la calidad de su producto al ser rechazado una buena parte de los cargamentos exportables porque presentaban unas manchas negras, fruto del ataque de un hongo que causa la enfermedad conocida como actranosis.

Pero gracias a un intenso trabajo de investigación, el científico Enrique Galindo Fentanes logró identificar un microorganismo que estaba presente en el hongo de la actranosis e infectarlo, de modo que anulaba la capacidad de ataque de dicho hongo.

Y de ese modo ha salvado la producción exportable del mango mexicano, ganándole prácticamente la batalla a la actranosis a través del producto Fungifree, con enormes ventajas.

Como los mercados ahora son más exigentes y reclaman productos orgánicos, no sometidos a los fungicidas químicos que siempre conservan efectos residuales, este antídoto mexicano ha resultado una bendición para los productores mexicanos de mango.

Ya que la actranosis es una enfermedad común que ataca a los mangos, probablemente los nuestros estén expuestos a la agresividad del hongo o bacteria que lo daña.

He aquí, entonces, una oportunidad para gestionar algún tipo de asesoría de los científicos mexicanos que han estado experimentando y probando otros medios de combatir las enfermedades de frutos y productos de la agricultura, mediante ingeniosas y positivas guerras bacteriológicas, para ver de qué modo nosotros también podemos salvar y blindar nuestros mangos.

Tags relacionados