Una exigencia que no aceptamos
La Dirección del LISTÍN recibió ayer una propuesta de una agencia publicitaria que nos exige “el mayor despliegue en primera página” de las inauguraciones de obras del Gobierno. Para hacer tan insólito reclamo, la agencia publicitaria SC nos recuerda que “en ese medio le estamos dando un despliegue publicitario que llega incluso a 1 y 2 páginas F/C (full color) por semana” a las inauguraciones de dichas obras. En pocas palabras, la agencia pretende insinuar que debe haber una especie de trueque obligatorio entre ella y este medio de comunicación por virtud del cual debemos pagar esos “favores” publicitarios con un sistemático despliegue de las inauguraciones de obras del Gobierno en la primera página. Se equivocó. El primero que es incapaz de hacerlo es el Presidente de la República, Danilo Medina, un mandatario respetuoso de la libertad de prensa y de los criterios profesionales que asumen los medios de comunicación para cumplir con su deber ante la sociedad. El LISTÍN tiene buenos clientes que se anuncian casi a diario con páginas completas a color que jamás se han atrevido a valerse de la excelente relación comercial que mantienen con este diario para formular exigencias tan desaforadas e irrespetuosas como esa de la SC. Los criterios que utiliza el LISTÍN para calibrar, seleccionar y jerarquizar por su importancia las noticias o eventos que publica en su primera página no están condicionados ni sujetos al nivel de tratos comerciales que pueda tener una empresa o el Gobierno con sus áreas de publicidad. Hasta ahora, salvo el período trágico de la dictadura de Trujillo, nadie se había atrevido a trazar las políticas informativas de nuestro diario, porque el LISTÍN conoce muy bien, y los aplica, los criterios de manejo de sus contenidos como lo hace la prensa seria e independiente, aquí y en otros países, y por eso no nos sometemos al “trueque” que nos exige la SC. Sólo bajo regímenes que no comulgan con la libertad de prensa --y éste no es el caso-- es que se recurre a la política de “premiar o castigar” con la publicidad, es decir, otorgándoselas a unos como un favor y negándoselas a otros como una represalia. Esta perversa política no conduce a ningún lado ni beneficia para nada a los que se someten y se humillan aceptando a los gobiernos estas reglas de juego. Así que si a la SC no le encaja esta forma de actuar del LISTÍN, que se lleve su publicidad a otra parte. Y punto.