Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

El “tumbe” nuestro de cada día

Esta es una sociedad de “tumbes”, que avanza hacia otra, la de los linchamientos. Es mucha la gente que, día a día, sufre la epidemia de robos y asaltos que se perpetran en carros públicos o en plena calle. Los que sobreviven quedan, al menos, para contar la experiencia. A otros los matan, cruelmente, y los asesinos se llevan la mejor parte: sustraen valores y preservan su libertad de maniobras. La única mala suerte que podrían tener es que los atrapen en flagrancia y que, de repente, una multitud se congregue y los linche. Ya los linchamientos se están haciendo presentes en la vida dominicana, perfecto reflejo de una duda en la capacidad de la justicia para sancionar adecuada y ejemplarmente a los delincuentes, sean o no “jóvenes” de inofensiva apariencia, pero hampones de grandes ligas. De la misma manera en que la sociedad se va acostumbrando a vivir cada día con las noticias de los “tumbes” callejeros de prendas, celulares, tarjetas de crédito o cualquier otra cosa que tenga valor, o los de mayor envergadura, los de las drogas, y a los reportes sobre saldos trágicos de los enfrentamientos entre policías y pandilleros, o entre ellos mismos, así va aceptando que los linchamientos se vayan convirtiendo en una respuesta social a la debilidad jurídica para enfrentar el crimen. Estas son señales inequívocas del grado de descomposición social y moral en que vivimos. Ese es el verdadero “tumbe” que se le está dando a la sociedad, quebrándole sus valores y sus leyes. De ahí nuestra insistencia en que se promueva urgentemente una política contra el pandillerismo y una reforma de los códigos Procesal Penal y del Menor en apoyo a esa estrategia, si es que todavía queda tiempo para salvarnos.

Tags relacionados