La mujer en cada espacio relevante
Cada año, al pasar balance al papel de la mujer en la sociedad, descubrimos avances cualitativos en su lucha por integrarse a todos los procesos que retan el futuro del género humano. Es así como, entre esos relevantes espacios alcanzados, su participación en la dirección política de los pueblos ha producido notables ejemplos. Y no sólo como gobernantes, sino también como figuras de primer orden en parlamentos, partidos, entidades empresariales y sociales, donde se reconoce a la mujer su talento y capacidad, sin reparar mucho en las trabas y culturas discriminatorias que todavía persisten en aquellas sociedades donde su triunfo individual ha sido patente. Cuando la mujer reclama esos espacios de decisión no lo hace por simple capricho o una pretendida herencia de igualdad que dependería de los hombres, sino por la calidad y utlidad de su propio trabajo, su capacidad y su firme determinación a participar e influir en cada lugar en que su papel sea necesario. Eso explica, por ejemplo, que la mayor masa de profesionales que forman las universidades y las escuelas o los centros especializados sea femenina, lo que indica que la fuerza del cambio de una sociedad tarde o temprano descansará en esos talentos, que ya han venido siendo probados y reconocidos en la diversidad de los campos de la actividad humana. Nos complace mucho dedicar una mirada de atención a este proceso y ver sus frutos. Nos complace felicitar a las mujeres del mundo, en sentido general, por esta elocuente muestra de superación que ha venido dando para demostrar que ellas son imprescindibles, capaces y partícipes legítimas en la construcción de nuestro presente y nuestro porvenir.