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El estrecho de Ormuz, un paso estratégico de hidrocarburos, bajo tensión geopolítica
El estrecho de Ormuz, cerca del cual Irán se apoderó el sábado de un buque "vinculado" a Israel, es un paso estratégico por donde circula gran parte de la producción petrolera de los países del Golfo.
La operación se llevó a cabo en un contexto de tensiones crecientes en Medio Oriente, debido a la guerra que desde hace más de seis meses se libran Israel y el movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza.
Decenas de buques mercantes fueron blancos de ataques en el mar Rojo y en el golfo de Adén desde el inicio de ese conflicto, la mayoría reivindicados hasta ahora por los rebeldes yemenitas hutíes en solidaridad con los palestinos.
Puerta de entrada al Golfo
El estrecho de Ormuz, que une el golfo Árabo-Pérsico con el golfo de Omán, está situado entre Irán y el Sultanato de Omán. Es especialmente vulnerable debido a su estrecha ancho, de unos 50 km, y a su baja profundidad, que no supera los 60 metros.
Tiene numerosas islas desiertas o poco habitadas, pero de gran importancia estratégica: las islas iraníes de Ormuz y las de Qeshm y Larek, frente a la costa iraní de Bandar Abbás.
La costa omaní, la península de Musandam, forma un ángulo que apunta hacia Irán, separado del sultanato por tierras pertenecientes a Emiratos Árabes Unidos.
Frente a la costa emiratí, las tres "islas estratégicas" --Tumb Mayor, Tumb Menor y Abu Musa-- forman un puesto de observación de todas las costas de los Estados del golfo Pérsico: Emiratos, Catar, Baréin, Arabia Saudita, Kuwait, Irak, Irán y Omán.
Irán las ocupa desde 1971, después de que las fuerzas británicas abandonaran la región.
Crucial para el petróleo
El estrecho de Ormuz es, con diferencia, la principal ruta marítima que conecta los ricos países petroleros de Medio Oriente con los mercados de Asia, Europa y América del Norte.
En 2022, unos 21 millones de barriles de crudo circularon por él a diario, según la Administración de Información Energética estadounidense (EIA). Esto representaba alrededor del 20% del consumo mundial de petróleo crudo.
Incluso una interrupción temporal del transporte marítimo en este estrecho puede hacer subir los precios mundiales de la energía.
La EIA señala que solo Arabia Saudita y Emiratos disponen de una red de oleoductos que les permite sortear el estrecho de Ormuz.
Tensiones
Irán, que se considera guardián del golfo, denuncia periódicamente la presencia de fuerzas extranjeras, especialmente la Quinta Flota estadounidense estacionada en Baréin.
La República Islámica amenazó en varias ocasiones con bloquear el estrecho de Ormuz en caso de acción militar de Estados Unidos en la zona.
Los Guardianes de la Revolución, ejército ideológico de Irán, controlan las operaciones navales en el golfo y se encargan de garantizar la seguridad del estrecho.
Una de las mayores interrupciones del transporte de petróleo se remonta a 1984, en pleno conflicto Irán-Irak (1980-1988), durante la "guerra de los petroleros". Más de 500 buques fueron destruidos o dañados en ese período.
En julio de 1988, un Airbus A-300 de Iran Air, que iba de Bandar Abbás a Dubái, fue derribado por dos misiles de una fragata estadounidense que patrullaba el estrecho, matando a 290 personas. La tripulación afirmó que confundieron el Airbus con un caza iraní con intenciones hostiles.
Multiplicación de incidentes
Los incidentes se multiplican en esta zona marítima desde 2018, cuando Estados Unidos se retiró del acuerdo internacional para desactivar el programa nuclear iraní y volvió a imponer sanciones a la República Islámica.
En 2019 se temió una escalada entre Teherán y Washington tras ataques misteriosos contra buques en la región del golfo, el derribo de un dron y la incautación de petroleros.
El 29 de julio de 2021, dos personas -un británico y un rumano- murieron en un ataque en el mar de Omán contra un petrolero operado por la empresa de un multimillonario israelí. Israel, Estados Unidos, Reino Unido y Rumanía acusaron a Irán, que negó cualquier implicación.
Estados Unidos saca músculo
En agosto de 2023, Estados Unidos desplegó más de 3.000 soldados en el mar Rojo para disuadir a Irán de apoderarse de petroleros, al tiempo que las armadas occidentales desaconsejaban a los buques que navegaban por el estrecho de Ormuz que se acercaran a aguas iraníes para evitar cualquier riesgo.
En aquel momento, el ejército estadounidense afirmó que Irán tomó o intentó tomar casi 20 buques con pabellón internacional en la región en los dos años anteriores.
En diciembre, Washington anunció la formación de una coalición de diez países en el mar Rojo para hacer frente a los repetidos ataques de los hutíes de Yemen contra barcos que consideran "vinculados a Israel".