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Solo una cobertura “J” salva cualquier daño vehicular

¿Qué tipo de cobertura es la J”, es una póliza que paga daños como el reciente: vehículos dañados por inundaciones, algo que no había ocurrido en el país

Carro inundado.

Carro inundado.

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Cándida AcostaSanto Domingo, RD.

El que tengas un seguro vehicular “full” no te cubre todo tipo de daños. Para tener cubierto todo completo el propietario de un vehículo tiene que tener hábil un seguro con cobertura “J”, conocido en el mercado asegurador como contra “riesgos comprensivos”.

¿Qué tipo de cobertura es la J”, es una póliza que paga daños como el reciente: vehículos dañados por inundaciones, algo que no había ocurrido en el país, ni en la ciudad Capital y que ha dejado a cientos de propietarios con “las manos en la cabeza”, ya que generalmente los usuarios adquieren un “seguro de ley”, por ser el más barato.

En el mercado asegurador hay tres tipos de seguro vehicular: de ley, el “full”, y el “J”, que es el de riesgo comprensivo, pero resulta que la situación actual luce más compleja a partir de los datos que posee la Cámara Dominicana de Aseguradores y Reaseguradores (Cadoar).

Del total del parque vehicular asegurado sólo el 25% de los automóviles tienen cobertura de riesgo comprensivo, eso es, en términos absolutos, cerca de 300,000 vehículos de 1.2 millones con ese tipo de seguro, según reveló a Listín Diario el presidente ejecutivo de la Cadoar, Miguel Villamán.

Conozca qué cubre el seguro contra riesgo comprensivo: todo riesgo de la naturaleza y cualquier causa que lo origine, como inundaciones, robo, explosión, si ocurre un daño por un terremoto o un temblor de tierra, por un ciclón manga de viento, granizada o ras del mar, es decir, una marea.

Otros daños que son cubiertos por el seguro comprensivo son por acciones de vandalismo, daños maliciosos, roturas, por una conmoción civil, un motín, huelgas, por objetos que le caigan encima o roturas de cristales.

Si durante el transporte, el vehículo resulta afectado por una encalladura, hundimiento, incendio, choque o descarrilamiento en el vehículo o sobre él, incluyendo avería gruesa y gato de salvamento, por los que el asegurado sea legalmente responsable, los daños quedan cubiertos.

En el caso del seguro de ley, los propietarios tienen cobertura sobre accidentes personales del conductor y pasajeros, daños a la propiedad o lesiones ocasionadas a terceros, y fianza judicial para la libertad condicional del conductor. Este seguro es obligatorio.

En tanto que los seguros “full”, se contemplan 13 tipos de riesgos que comienzan con robo e incendio, colisión o vuelco, daños a la propiedad ajena, fianza judicial, lesiones o muerte, cuyas situaciones varían; así como riesgo del conductor, renta de vehículos, asistencia vial full, centro del automovilista y asistencia funeraria.

El seguro full tiene 12 condiciones y está sujeto a cláusulas. Una importante aseguradora te permite cotizar “en línea” el valor del seguro de necesites, pero hay una cláusula de confidencialidad.

Cotizaciones

Solo hay que entrar en el portal de internet y elegir la marca del vehículo por el cual se pedirá precios del tipo de seguro que se desea, poner el año de fabricación del automóvil, elegir la zona territorial de circulación del auto, aceptar o no el rango mínimo y máximo de precios que sale en automático, escribir los datos personales del interesado, incluyendo número de cédula y de celular y correo electrónico.

Además de las marcas y tipos de vehículos también aparece una información de si el vehículo usa gas y los distintos tipos de sistemas.

Las aseguradoras habilitan en la web la forma de reclamar para luego hacer las evaluaciones de lugar. Además, las compañías de seguros operan con planes de contingencia frente a huracanes y terremotos.

Pocos aseguran

En el país, la cultura del seguro es escasa, sobre todo cuando se trata de comprar pólizas de alto precio, que son las que tienen mayor cobertura. Ni siquiera en viviendas o edificaciones se conoce un alto rango cubierto por particulares ni el propio Estado dominicano.

Muchos alegan que con tan bajos ingresos familiares la gente prefiere adquirir un seguro de ley vehicular y los adquirientes de viviendas con hipotecas solo mantienen el seguro mientras dure el préstamo bancario, que de forma obligatoria lo establece para evitar el riesgo de pérdida del inmueble y por ende de su capital financiado.

Muchos vehículos en circulación han sido financiados y por eso cada caso es único.