Financiamiento y leyes del sector: barreras que ha impedido un mayor desarrollo de las energías renovables en República Dominicana

En este 2020 la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ), en colaboración otras entidades locales, publicó un estudio en el que identificó una serie de barreras a las energías renovables en República Dominicana, fundamentalmente desde al ámbito del financiamiento.

El autor, Carlos Jiménez Alberto Velóz, plantea que el financiamiento es una de las barreras más importantes a enfrentar en la implementación de un proyecto de energía renovable en los países en desarrollo. Precisa que estos proyectos requieren normalmente una gran cantidad de capital y un largo plazo de tiempo para amortizar la inversión.

Explica que los agentes financieros en el mercado dominicano han utilizado un número limitado de mecanismos para atender la demanda de fondos para proyectos de energías renovables.

El autor expone que el mercado local ha mostrado poca innovación para crear instrumentos o vehículos financieros para respaldar el desarrollo de este tipo de proyectos.

Una limitante en este sentido es que los bancos no pueden aceptar los activos de un Sistemas de Generación Renovable (SGR) para el autoconsumo como única garantía, por lo que, generalmente, piden una segunda garantía.

Carlos Jiménez Alberto Velóz refiere que además existen barreras tanto en el marco legislativo del sector financiero como del sector eléctrico.

“Adicionalmente, los agentes privados (clientes, empresas instaladoras, bancos y fondos de inversión) enfrentan barreras en los marcos regulatorios de los sectores financiero y eléctrico”, añade.

El estudio establece que capacidad de generación a partir de fuentes renovables de energía, como la solar, es muy limitada y refiere que el primer proyecto solar entró en operación en el 2016, casi una década después de promulgarse la a Ley No. 57-07 sobre Incentivo al Desarrollo de Fuentes Renovables de Energía y de sus Regímenes Especiales.

La expansión de generación con fuentes renovables a escala planta ha sido limitada por la falta de contratos de venta de energía a largo plazo. Por eso la mayoría de los proyectos en operación venden la electricidad bajo los contratos con las distribuidoras y con usuarios no regulados, explica el documento.

Es por esto que, a juicio del autor, a pesar del alto número de proyectos con concesiones definitivas, la penetración de las energías renovables en la matriz energética del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) es baja.

El autor refiere que también es muy baja que la penetración de los SGR a escala residencial, para lo cual no existen instrumentos o mecanismos financieros específicos para estos proyectos.

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Indica que el alto costo del financiamiento inhibe el desarrollo de proyectos a escala residencial y que los promotores de estos proyectos solo tienen acceso a préstamos para el consumo o con garantía hipotecaria a altas tasas y cortos plazos para amortización.

Otras barreras

Otras barreras identificadas en este estudio tienen que ver con las distintas interpretaciones que hacen del marco legal el Gobierno Central, los organismos regulatorios y las empresas eléctricas estatales.

Además indica que las leyes que rigen el sector eléctrico no reflejan la realidad actual en términos del desarrollo del mercado y los avances tecnológicos en la industria.

“Las leyes que rigen al sector contienen barreras que impiden el desarrollo pleno de proyectos de energías renovables”, afirma el autor, quien sugiere ciertas modificaciones tanto en las legislaciones del sector eléctrico como financiero para incentivar más los proyectos de energías renovables.

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Carlos Jiménez Alberto Velóz propone además la creación de la “hipoteca verde”, lo que permitiría que los sistemas de energía renovable sean financiados a través de préstamos hipotecarios a viviendas. Señala que otro mecanismo innovador de financiamiento sería en base a los excedentes de generación de energía.

Oportunidades de mejora

Al igual que Carlos Jiménez Alberto Velóz, la experta legal Joanna Bonnelly Ginebra considera que hay muchos aspectos que se pueden mejorar para fomentar las energías renovables en el país.

La abogada plantea que es necesario reducir los tiempos para obtener los permisos para desarrollar los proyectos, lo cual dice conlleva alrededor de cinco años y desincentiva a los inversionistas, y disminuir los trámites burocráticos, que implican un sinnúmero de requisitos ante distintas autoridades.

Bonnelly también entiende que se deben hacer ajustes en el marco regulatorio para definir roles en las instituciones y agilizar el proceso de pagos de facturas.

En términos de infraestructura, plantea que se necesita mejorar la red de transmisión eléctrica y expandirla a zonas con mayor potencial de recursos de fuentes renovables.

Bonnelly considera que existen zonas donde las líneas están saturadas, en las cuales aunque haya oportunidad para desarrollar proyectos resultaría muy costoso adaptar o extender las líneas para poder interconectarse en la red.

Señala que también hay carencia de sistemas de almacenamiento (baterías), que son necesarios debido a la inconsistencia en la generación de renovables por factores climáticos, entre otras limitaciones.

“Es urgente que República Dominicana adopte medidas para solucionar o mejorar las deficiencias que afectan nuestro sistema ya que los puntos antes señalados, entre otros, colocan al país en una posición de desventaja frente a los inversionistas, muchos de los cuales han realizado inversiones en otros países de la región donde han encontrado procesos más sencillos y expeditos que les han permitido desarrollar sus proyectos en menor tiempo y por tanto menor costo que en territorio dominicano”, expone la abogada en una presentación para la ADIE.

Avances de las energías renovables no ha frenado la contaminación

A raíz de este estudio documental se puede concluir que a pesar de que los sistemas de energía renovable se han incrementado notablemente en el país, esto todavía no ha tenido un impacto significativo en la reducción de la contaminación ambiental que generan las industrias eléctricas.

Esto se debe a que a medida que se adoptan métodos para producir electricidad en base a fuentes no contaminantes, conjuntamente se ponen en funcionamiento plantas de generación de gran capacidad que utilizan combustibles que sí contaminan. Es por esto que las emisiones se mantienen en aumento.

Tampoco se han reducido los gastos ni el volumen de las importaciones de petróleo y sus derivados.

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Son las realidades expuestas en este escrito las que llevan al autor del estudio de la GIZ a afirmar que “a pesar de los esfuerzos realizados por diferentes gobiernos en las últimas décadas, el sector no llega aún a ofrecer un servicio eléctrico de calidad y a bajos costos”.

Es por esto que, teniendo en cuenta la tendencia en el aumento de las emisiones en el año 2018, se deben tomar medidas para agilizar la implementación de las actividades de mitigación en las industrias de la energía.