Demanda

UNICEF llama a resolver necesidades de niños afectados por COVID-19

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha realizado un llamamiento para apoyar su respuesta humanitaria en favor de los niños afectados por la pandemia del COVID-19, debido al aumento que se refleja tras las devastadoras consecuencias socioeconómicas de la enfermedad y las necesidades crecientes de las familias.

“La pandemia es una crisis de salud que se está convirtiendo rápidamente en una crisis de los derechos del niño”, dijo la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore. Estos fondos nos ayudarán a responder a la crisis, a recuperarnos de sus secuelas y a proteger a los niños de sus repercusiones”.

La instiución indicó en un comunicado que cientos de millones de niños tienen dificultades para acceder a servicios esenciales como la atención de la salud y la inmunización sistemática, lo que podría dar lugar a un aumento significativo de la mortalidad infantil. Mientras tanto, es probable que las repercusiones en la salud mental y psicosocial que suponen la restricción de la movilidad, el cierre de escuelas y el aislamiento posterior intensifiquen los ya elevados niveles de estrés, especialmente en el caso de los niños vulnerables.

Rosa Elcarte, representante de Unicef en República Dominicana destacó que “la situación que se vive en la actualidad en el mundo es de gran incertidumbre, ya que las escuelas están cerradas, muchos padres han sido suspendidos de sus trabajos, otros por ser vendedores informales se encuentran sin poder ejercer sus oficios, y esto genera un estrés importante en las familias que sufren presiones cada vez mayores”.

Según un análisis de este organismo internacional, alrededor del 77% de los niños menores de 18 años de todo el mundo, es decir, 1,800 millones, viven en uno de los 132 países que tienen algún tipo de restricción de la circulación debido a la enfermedad de COVID-19.

Indican que los factores que aumentan el riesgo de violencia, abuso y descuido se han agravado para los niños que viven en situaciones de aislamiento y en las familias que están sufriendo un declive socioeconómico.

"Las niñas y las mujeres corren un mayor riesgo de sufrir violencia sexual y de género. En muchos casos, los niños refugiados, migrantes y desplazados internos, así como los repatriados, tienen un acceso limitado a los servicios y la protección, y están cada vez más expuestos a la xenofobia y la discriminación", afirma Unicef.