Análisis
Mujeres constituyen más del 70% de trabajadores sanitarios: ellas no descansan en el hogar ni en hospitales
De acuerdo con un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres constituyen más del 70% de los trabajadores sanitarios de todo el mundo.
El análisis que está colgado en la página web de la OIT y tiene las firmas de los especialistas Emanuela Pozzan y Umberto Cattaneo, destaca que estas mujeres están en primera línea de la lucha contra el COVID-19. Los expertos señalan que a raíz de la pandemia deben hacer frente a un doble reto: turnos laborales más largos y más trabajo en el hogar.
El artículo de la OIT cita el caso de Alberta Delle Grazie, una enfermera jefe de una unidad de cuidados intensivos en un hospital del norte de Italia. Su profesión conlleva largas horas de trabajo, turnos nocturnos, y un elevado nivel de responsabilidad. “Ya era difícil antes”, señala el testimonio de esta trabajadora, “pero ahora, después de tres semanas en situación de emergencia por el COVID-19, estamos exhaustos, preocupados y emocionalmente agotados. Muchos hemos contraído la enfermedad, y algunos han fallecido”.
La OIT considera que este es un ejemplo de las presiones emocionales y mentales a las que están sometidos a diario muchos trabajadores sanitarios, tanto hombres como mujeres.
El hogar y el trabajo
Los especialistas señalan que en todo el mundo hay casi 100 millones de trabajadoras que llevan a cabo su labor en instituciones sanitarias y de prestación de cuidados, para las que siempre sido difícil compaginar sus responsabilidades en los planos laboral y familiar. El brote del virus ha arrojado luz sobre esta arraigada desigualdad de género. También ha puesto de manifiesto y exacerbado una crisis global en materia de servicios de prestación de cuidados.
En circunstancias normales, las mujeres realizan, en promedio, 4 horas y 25 minutos de trabajo de prestación de cuidados no remunerados a diario, frente a 1 hora y 23 minutos en el caso de los hombres. La pandemia, que ha provocado el cierre de escuelas y guarderías, así como de otros centros de cuidados, ha aumentado sustancialmente el tiempo que se dedica a diario a este tipo de trabajo no remunerado.
Los expertos creen que esta pandemia ha puesto de manifiesto la importancia del trabajo de prestación de cuidados, tanto el remunerado como el no remunerado. “Es una buena oportunidad para priorizar las inversiones en los sectores sanitario y de prestación de cuidados. Políticas ineficaces de redistribución de trabajo de prestación de cuidados no remunerado entre mujeres y hombres, o entre las familias y el Estado, ya no son una alternativa viable o sostenible”, coinciden.