COVID-19

Banco Mundial llama a tomar acción “firme, rápida y coordinada” para enfrentar la amenaza común

Banco Mundial llama a tomar acción “firme, rápida y coordinada” para enfrentar la amenaza común del COVID-19

Una acción rápida puede ayudar a los países en desarrollo a limitar los daños económicos de la enfermedad por coronavirus, así lo expone un artículo publicado por el Banco Mundial en su blogs en la que advierte que en las próximas semanas todos los países deberán tomar medidas concretas para proteger su población y reducir los daños a sus economías.

El artículo escrito por la vicepresidenta de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones (EFI), Grupo Banco Mundial, Ceyla Pazarbasioglu, indica que el brote del coronavirus se manifestó en un momento en que la economía mundial estaba débil y esto tendrá consecuencias preocupantes para los países en desarrollo.

Refiere que el panorama estará matizado por condiciones más estrictas de los créditos, un crecimiento más débil y el desvío de recursos públicos para combatir el brote podría disminuir los fondos disponibles para prioridades de desarrollo fundamentales.

“Una recesión económica podría afectar también la lucha contra la pobreza extrema. Es imprescindible, por lo tanto, que los encargados de formular las políticas en todas partes reconozcan de qué manera los daños económicos se pueden traspasar de un país a otro, y actúen rápidamente para prevenir que se propaguen”, expone la ejecutiva del Banco Mundial.

Expone que los Gobiernos deben evitar políticas proteccionistas que podrían empeorar las alteraciones en las cadenas de valor mundiales y aumentar los ya elevados niveles de incertidumbre y enfatiza que más importante aún es que los Gobiernos eviten la restricción de las exportaciones de alimentos y productos médicos necesarios y trabajen juntos para apoyar una mayor producción que aseguren recursos a los lugares donde más se requieren.

Explica que los daños económicos se pueden traspasar de un país a otro a través de diferentes vías, citando como primera al comercio, el cual dice verá interrumpida sus cadenas de valor mundial por cierres de fábricas y retrasos en la reanudación de las operaciones.

De segunda habla de los flujos financieros externos, que se podrían retirar de los países afectados por esta enfermedad. La tercera es el capital nacional, tanto humano como financiero, que se desaprovechan a medida que las fábricas están inactivas, y la cuarta es el transporte y el turismo que está disminuyendo con la baja de la demanda y el aumento de las restricciones para viajar. En el caso de los países en desarrollo, estos se verán afectados por las bruscas caídas de los precios de los productos básicos, ya que dependen de ellos para obtener los ingresos que tanto necesitan.

“Nadie puede predecir de manera fiable el impacto económico total. Demasiado depende de cosas que son imposibles de saber, como la duración del brote, la cantidad exacta de países afectados y la magnitud de la movilización y mantención de una respuesta normativa rápida, coordinada y concertada.