SIN PAÑOS TIBIOS

Después del 19 viene el 28

Antes que Heráclito y el río fue la imagen de Sidharta rompiendo Samsara; el incesante girar de una rueda que se antoja repetitiva y que en Occidente, con el eterno retorno de lo idéntico nietzscheano, no dejaba margen a la creación espontánea, pues todo no es más que la repetición de lo que antes ha sido.

Si las encuestas aciertan, las elecciones presidenciales se decidirán en primera vuelta. Sobre esa hipótesis –sujeta a confirmación– y a partir de las declaraciones del presidente Abinader recogidas por Listín Diario el día siete de este mes, queda claro que su mayor preocupación no será el 19 de mayo, sino del día 20 en adelante. Y es que si algo ha diferenciado el accionar del actual PRM frente a las prácticas del viejo PRD, ha sido el de haber renegado de su ADN histórico, dejando atrás los conflictos, peleas y divisiones que más de una vez lo sacaron del poder.

En un inusitado ejercicio de espíritu de cuerpo, asumieron que, a diferencia de otras veces, al presidente de turno no se le desafía en su derecho natural a reelegirse (a la manera americana) y, si bien las aspiraciones de Guido Gómez y Ramón Albuquerque de que la candidatura la ostentase aquel que el partido eligiera en un proceso interno, terminado este –y para consternación de muchos–, ambos se sumaron de manera entusiasta a la causa de Abinader, como lo que era, la causa del partido.

Conjurado el demonio de la división, a pesar de lo ligero, fácil y fresco que ha sido el camino hacia el 19 de mayo, Abinader intuye que los problemas vendrán el día después; y por eso, desde antes deja claro que no habrá una segunda reelección; que de inmediato empezará a trabajar con todos los pre candidatos; que será neutral, y que actuará como un árbitro imparcial; advirtiendo a propios y extraños que un gran liderazgo se define “En preparar su sucesión, ese es un verdadero líder: el que prepara su sucesión”.

Antes de que tocaran a su puerta, el presidente la abrió desde adentro. Así que sólo resta que quienes se sientan convidados se atrevan a entrar y sentarse. Atrás quedarán entonces las especulaciones y corresponderá a Abinader demostrar que tan bueno como jinete solitario, deberán ser sus dotes de conductor de una carreta tirada por muchos caballos. Porque en hacer que todos corran a galope, solos, sin tirarse piedras en el camino, en la misma dirección y halando el mismo carro, residirá la maestría, pero también el arte; el de trascender y sobrevivir.

Porque los recuerdos de Uribe-Santos, Correa-Lenin, Evo-Arce son recientes y vigentes; y también enseñan que tan importante como la imparcialidad y unidad, lo será la continuidad del “Luisismo”; pues no sólo se trata de ver los toros desde la barrera y enfocarse en que gane el más bravo, también el más leal, conciliador y solidario… porque al final, la política es eso.

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