Hidrolipoclasia ultrasónica

La Hidrolipoclasia Ultrasónica, es una alternativa al uso del bisturí, para la eliminación de manera rápida y natural de grasa localizada, bajo un tratamiento que radica en el ultrasonido, atacando principalmente las adiposidades localizadas en las zonas de mayor concentración en el cuerpo de cada paciente. Su significado en griego, hidro quiere decir agua; lipo es grasa y clasia significa “romper” o “estallar”. Es decir, a través del agua, el ultrasonido logra producir un “estallido” de las células grasas. Una vez “rotas”, el cuerpo las elimina naturalmente. Es una técnica no invasiva, sin riesgos y que no requiere de anestesia ni hospitalización. Esta técnica está pensada para ser aplicada en las adiposidades localizadas y suele tener un efecto similar a la de una micro lipoaspiración/liposucción interquirúrgica. Al igual que una lipoescultura, se estudian, marcan y desinfectan las zonas a tratar, generalmente es la zona abdominal, zona de caderas, muslos; parte interna de la rodilla, nuca, parte superior de los tobillos, brazos y papada. Posteriormente se infiltran soluciones estériles fisiológicas hipotónicas y una combinación de reductores específicos, distribuídos en el tejido subdérmico. Al infiltrarse esta solución, se aplica el ultrasonido con un fino aparato profesional, en donde el paciente tiene la sensación de recibir masaje en las áreas tratadas, siendo este paso el más importante, ya que es el que rompe las células grasas. TécnicaEl ultrasonido tiene una capacidad y un principio físico de producir termogénesis cuando sus ondas son difundidas en el agua o solución, produciendo algo llamado “cavitación” (estallido de grasa). A través del agua, la termogénesis, genera ondas de una intensidad de 30 millones de veces, resultado de esto es el aumento del calor corporal por medio del ultrasonido, y por lo tanto, el fenómeno logrado es el de hacer que los cuerpos grasosos se suelten y disuelvan, eliminándose de forma natural entrando en la corriente linfática siendo eliminados por medio de la orina. Al finalizar la sesión de ultrasonido, el área tratada queda un poco inflamada por el líquido, el cual será reabsorbido y drenado naturalmente durante la 48 horas siguientes al procedimiento. La ventaja de este sistema es que los resultados son inmediatos, algunas personas notan una reducción en dos o tres sesiones, pero en general todas notan una reducción sustancial en relativamente poco tiempo. Este procedimiento puede llegar a ser permanente, siempre y cuando el paciente cambie sus hábitos alimenticios y realice alguna actividad física para mantenerse. Es una técnica muy segura. Es muy raro el caso donde el paciente tenga algún efecto secundario que no será mayor a un moretón; solamente podría tener una contraindicación en caso de que la persona tenga una prótesis metálica.