ENTREVISTA
Nancy Amancio
La versátil intérprete estará presentándose en la Iglesia Jerusalén, en San Pedro de Macorís, el 1 de abril, a las 8:00 de la noche
Nancy Amancio empezó muy pequeña a cantar en su iglesia. La experiencia fue tan enriquecedora que comenzó a formar parte de algunos grupos infantiles y juveniles cristianos. Ya a los 19 años, junto a su esposo y manager Raymond, lanzó su primer disco y se le dio formalidad a su “Ministerio de Adoración” o, dicho de otra manera, su carrera profesional en el mundo de la música cristiana. Su primera producción, “Amándome así” (1996), le permitió internacionalizarse. Con “Un toque de fe” (2003), su carrera dio un giro y pudo observarse una madurez interpretativa y un mayor acercamiento al Creador. Hace algunos años compartimos algunas de sus canciones en un concierto celebrado en el sector de Herrera, en Santo Domingo Oeste y debo admitir que en la actualidad está como Benjamín Button: haciéndose más joven mientras le pasan los años. Al preguntarle el secreto de su eterna juventud, nos refirió que cada mañana, al bañarse, mientras lava su rostro le pide al Señor que ponga toda su gracia sobre ella y le quite toda expresión de cansancio y agotamiento. Al parecer ese “tratamiento celestial de belleza” es cien por ciento efectivo, pues nadie cree que esta sierva de Dios tiene dos hijos, uno de 14 años y otro de 15. Y es que, como quien no quiere la cosa, Amancio tiene casi 17 años llevando sus mensajes de paz y salvación. “Nuestra misión es llevar palabras de aliento, que conforten el alma de un mundo lleno de tantas necesidades espirituales y en donde la gente está muy desviada, los valores se están perdiendo y la situación económica los tiene aturdidos”, afirma. Agrega que por medio de su música desea llevar un mensaje que aliente y que tranquilice, que las personas se acuerden que existe un Dios que está por encima de cualquier adversidad, que está para ayudar y está dispuesto a refugiar a todo aquel que quiera buscarlo. Profeta en su tierraSu versatilidad y destreza interpretativa le han permitido romper con el dogma de que “nadie es profeta en su tierra”. Casi todas sus actuaciones son a casa llena, así lo demuestra cada vez que se presenta en el hotel Jaragua, donde los asistentes se gozan un montón y salen regocijados y llenos del espíritu. En sus presentaciones internacionales ha recibido muchísimas bendiciones y su mensaje ha sido recibido por más de 18 mil personas juntas, como sucedió hace algún tiempo en Puerto Rico, Costa Rica, Panamá y otros muchos lugares. Aunque en la actualidad la música cristiana ha tomado un sitial preponderante en el gusto popular, nos recuerda que esta no es nueva. “Esa aceptación de la que gozamos hoy se debe a la constancia y al esfuerzo de un grupo de personas que estuvieron antes y después de mí, brindando un trabajo de calidad. Si le damos un seguimiento a la evolución y crecimiento de nuestra música, veremos que todavía hay muchos artistas que nos siguen representando en Europa y otras partes del globo. La incidencia que tenemos actualmente en los medios no estaba, pero nosotros siempre hemos estado aquí, dando lo mejor de nuestro ministerio”, refiere. Ella, al igual que muchos, cree fielmente en que Dios está alabando su ministerio. “Sinceramente te digo con toda la honestidad del mundo que nunca hemos tratado de llamar la atención de nadie con lo que estamos desarrollando. Ese no es nuestro propósito. El talento o el don que tengo para cantar lo recibo de Dios y está destinado para todos aquellos que puedan escucharlo y puedan lograr un cambio o una satisfacción a nivel espiritual. La música es para todosEl principal objetivo de cualquiera que profese la fe cristiana es difundir las buenas nuevas al mundo, sin importar el medio que se utilice. En el caso de los cantantes, lo hacen a través de su música, la cual es un medio efectivo para que todos conozcan el plan de Dios para sus hijos. Pero, ¿qué pasa cuándo sucede lo contrario y es la música del mundo secular que llega a las casas de adoración y alabanza? Nancy nos explica un poco de esto. “Muchos creen firmemente que el rap, el reggaetón y otros géneros son del mundo, pero soy de las cree que la música es para todo el mundo. Ahora bien, lo que está mal es lo que yo digo en esas baladas, rock o reggaetón. Muchos nos apoyamos en géneros parecidos a los del mundo secular, pero nuestro mensaje no es machista, agresivo ni nocivo para nadie. Por el contrario, tendemos a exaltar los valores, las buenas costumbres y la unión familiar. Quiero recalcar que el daño no lo hace la música, sino el mensaje que se está mandando. Si en los 3 ó 4 minutos que tengo para decirte algo en una canción, eso no te va a edificar, no tiene ningún sentido”, puntualiza. PlanesAl hablar de sus planes, Amancio nos informa que está dándole los toques finales a su disco número 7 y dirige la fundación Nancy Amancio, con la finalidad de ayudar en la educación a 54 niños de escasos recursos de su natal Haina, en donde residía hasta hace algunos meses. El 1 de abril estará presentándose en la Iglesia Jerusalén de San Pedro de Macorís, a las 8:00 de la noche, completamente gratis.