ESCAPADA
Acercándonos más a Tierra Santa
Como ya es casi una costumbre, muchos aprovechan estos días para conocer los lugares especiales donde nació gran parte de las creencias religiosas de occidente
Para muchos, la Semana Santa es sinónimo de playas, ríos, reencuentro con los seres queridos… y de armar un bonche. Sin embargo, existen otras que prefrieren aprovecharla para buscar en su interior esa llave maestra que abre el candado de su fe: Dios. Unos lo hacen asistiendo a las misas diarias auspiciadas en sus comunidades, mientras que otros prefieren irse directamente a donde se inició todo: Tierra Santa. Emely Tours tiene preparado una excursión eb donde conocerás Tel Aviv, Jerusalén, Belén, Cesarea, Hilfa, Nazareth y Galilea. También el Barrio de los Artistas y la Plaza de los Reyes de Israel (Tel Aviv), el santuario Bahai, los jardines persas, el Monasterio Carmelita, sinagogas antiguas y las montañas de Galilea (Cesarea y Haifa), el Monte de las Bienaventuranzas, Tabgha -el lugar donde se multiplicaron los peces-, el río Jordán –el mismo donde bautizaron a Jesús-, el Monte de la Tentación y el desierto de Judea. Pero además, habrán visitas al Monte de los Olivos, el Huerto de Getsemaní, a la tumba del rey David en el Monte de Sión, Belén con su Basílica de la Natividad, la gruta de San Jerónimo, la iglesia de Santa Catalina, las 14 estaciones de la vía Dolorosa, la iglesia de la Flagelación, la capilla de la Condena, el Calvario, el Santo Sepulcro y el Mar Muerto, entre muchos otros. El precio es de US$1,330 por persona en habitación doble. Son 8 días de regocijo espiritual y cultural, en el que se incluye el traslado entre todas las ciudades, así como los tours, con guías especializados y los desayunos. El boleto aéreo no está incluido. La salida son los lunes, martes, miércoles, jueves y domingo. Para cualquier información adicional, puede entrar a www.emelytours.com.do IMPORTANTE Jerusalén, tierra de culturaUna de las visitas obligatorias en el casco histórico son las murallas de la ciudad, construidas en el siglo XVI. Dominando la metrópoli, se encuentra la manzana de la discordia: la Explanada de las Mezquitas, Haram El Sharif, para los musulmanes (el Noble Santuario) y Monte del Templo para los judíos. El motivo es muy sencillo: desde este enclave Mahoma ascendió a los cielos pero, además, en este mismo sitio Dios ordenó a Abraham que sacrificara a su hijo. En este curioso espacio se pueden admirar la magnífica Mezquita de la Cúpula de la Roca, la Mezquita Al Aqsa y el Museo Islámico. A parte de sus monumentos y los lugares históricos y religiosos, Jerusalén ofrece una variada oferta cultural y artística, con sus más de 50 museos, docenas de instituciones culturales, exposiciones, presentaciones de teatro, musicales, conciertos, cafés, pubs, clubes y cines. Restaurantes y baresEn Jerusalén se puede disfrutar de una amplia variedad gastronómica, resultado de influencias marroquíes, yemenitas, rusas, árabes y polacas. Entre las comidas típicas de la zona destacan el hummus y el falafel, que se pueden adquirir en los numerosos puestos callejeros que se ubican por toda la ciudad. Alrededor del mercado callejero de Mahane Yehudah, en Nahalat Shiva, Emek Refaim o Ein Kerem se encuentran diversos restaurantes con comida típica, en los que se pueden degustar platos como el famoso Meurav Yerushalmi. Pero, además de la gastronomía local, también abundan los restaurantes de comida internacional: italiana, china, francesa, etc.