De reojo...
El pleno de la Junta Central Electoral volvió a reunirse por enésima vez para dejar finiquitado el controversial tema de la famosa deuda que tiene el organismo con el consorcio SOMO. Por más vuelta que uno le dé al caso no aparece quién explique cuál es realmente el rollo que impide la solución de un problema que mantiene estancado el proceso de automatización y modernización de la Junta Central Electoral. Ayer ningún juez quizo tratar el tema tras una prolongada sesión en la que participaron ejecutivos de SOMO. Ahora nadie dice esta boca es mía después que metieron a la JCE en ese lío.