De reojo
El problema de la falta de butacas en nuestras universidades es realmente un tema que debe llamar a reflexión. Allí es donde se preparan los futuros profesionales dominicanos y lo menos que puede pedirse para ellos, para los más aplicados, es que puedan recibir docencia en las mejores condiciones posibles. Pero parece que el asunto va más allá de las butacas: tiene que ver con la superpoblación de estudiantes, muchos de los cuales sólo asisten a las universidades a calentar los asientos de los que sí quieren labrarse un futuro. A lo mejor habría que hacer una selección previa.