ESTUDIO
Extinciones masivas: el mecanismo del planeta contra el exceso de carbono
Históricamente, el mecanismo por el que la Tierra regula “emisiones catastróficas” de carbono a la atmósfera ha sido las extinciones masivas de especies, según científicos que están estudiando la cantidad de carbono que existe en el planeta y que han dado a conocer varios estudios.
Los científicos del Deep Carbon Observatory (DCO), un proyecto en el que colaboran 500 investigadores del mundo y que durante los últimos 10 años ha estudiado la ciencia del carbono, señalaron que la cantidad total de carbono en el planeta es de unos 1.850 millones de gigatoneladas (una gigatonelada o gigatón es un 1 seguido por nueve ceros).
La científica Marie Edmongs, de la Universidad de Cambridge, señaló que “el carbón, la base de toda la vida y una fuente de energía vital para la humanidad, se mueve a través del planeta, desde el manto a la atmósfera. Para asegurar un futuro sostenible, es de gran importancia entender el ciclo del carbono”.
Es la primera vez que los científicos calculan la cantidad de carbono en el planeta.
Los científicos de DCO también señalaron en estudios publicados en la revista científica Elements que sólo dos décimas de un 1 % del carbono de la Tierra, es decir alrededor de 43.500 gigatoneladas, se encuentran en la superficie del planeta. El resto está enterrado en el subsuelo, incluida la corteza, el manto y el núcleo.
Otro de los hallazgos del DCO es que la actividad volcánica emite a la atmósfera entre 280 y 360 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, es decir entre 0,28 y 0,36 gigatoneladas. Pero las emisiones anuales de CO2 generadas por la humanidad, ya sea por el uso de combustibles fósiles u otras actividades industriales, son entre 40 y 100 veces mayores que las emisiones de las actividades geológicas del planeta. En el peor de los casos, el ser humano está emitiendo anualmente 36 gigatoneladas de C02.
En comparación, el impacto hace 66 millones de años en lo que hoy es la península de Yucatán (México) de un asteroide de grandes dimensiones emitió entre 425 y 1.400 gigatoneladas de C02, lo que calentó rápidamente el planeta y se cree que causó una extinción masiva de la vida (el 75 %), incluidos los dinosaurios.
La profesora de Geología de la Universidad de Arkansas (EE.UU.) Celina Suárez, una de las investigadoras que participan en DCO, declaró a Efe que históricamente, la Tierra ha mantenido un equilibrio entre la cantidad de carbono que existe en la superficie y la que existe en la atmósfera y sobre la masa terrestre.
Y que cuando por razones concretas se produce un desequilibrio en este ciclo del carbono, acontecen extinciones masivas de la vida.
“En términos geológicos, el ciclo del carbono se equilibra: lo que se emite es absorbido. Sólo en cinco ocasiones se han producido grandes alteraciones al ciclo del carbono. Son episodios excepcionales porque en general, la Tierra ha estado en equilibrio”, afirmó la investigadora estadounidense.
Suárez menciona por ejemplo lo sucedido al final del periodo Pérmico, hace unos 250 millones de años cuando se estima que el 96 % de las especies desaparecieron.
“Al final del Pérmico, la situación se descontroló y es cuando se producen esas extinciones masivas provocado por la emisión de carbono, tanto por erupciones masivas en Siberia como por otras causas”, explicó.
Para la científica, la evidencia señala que el mecanismo que la Tierra utiliza para equilibrar la cantidad de carbono que existe sobre la superficie del planeta son las extinciones masivas. Pero es un proceso que lleva tiempo.
“El regreso al equilibrio se produce en términos geológicos, necesita centenares de miles de años porque cuando observamos la tasa anual en la que el carbono es enterrado en el interior del planeta, las cifras son muy pequeñas”, dijo.
“A través del proceso de erosión de la roca, la tasa es de 0,2 petagramos (un petagramo son un 1 seguido de 15 ceros) y estamos emitiendo 10 petragramos de carbono a la atmósfera. Así que para eliminar ese carbono de la atmósfera se necesitarían miles de años”, añadió.
Sólo en una ocasión, la emisión masiva de carbono a la atmósfera no se tradujo en una extinción masiva, según Suárez.
“A mediados del Cretáceo, hace unos 100 millones de años, se produjeron episodios de enorme actividad volcánica que emitieron grandes cantidades de C02. Pero no se produjo ninguna gran extinción durante ese periodo. Lo que ayudó a la Tierra a equilibrarse fue la explosión de organismos unicelulares”, señaló.
“Al parecer salvaron a la Tierra porque absorbieron en sus cuerpos grandes cantidades de carbono de la atmósfera y lo enterraron en el fondo de los océanos”, continuó.
Preguntada sobre si es optimista o pesimista ante las masivas emisiones de dióxido de carbono fruto de la actividad humana, Suárez dijo que “como geóloga, estoy en el lado pesimista”.
“Va a ser muy difícil (eliminar el C02 de la atmósfera). Pero como ser humano, hay muchas personas brillantes que están trabajando en una solución y quizás podemos inventar un método para eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera y evitar el desastre”, concluyó.