Desde la última butaca
El manantial de la doncella

Aunque pasen los años, y las nuevas generaciones no lo conozcan con suficiente amplitud, el sueco Igmar Bergman nos propone un cine distinto. Un ejemplo es esta obra de precisión envidiable y síntesis ejemplar. Ingenuidad, lujuria y venganza -tres sentimientos- complejos y discimiles se resumen en esta historia donde nada falta y nada sobra porque el propósito de su director no se dirigió hacia la gala de ampulosas maquinaciones. Es un filme barato, no por ello falto de eficacia ante el espectador. Un guion aparentemente sencillo posee múltiples lecturas donde la fotografía sabe qué captar, la música cambia de tonalidades según el momento y las actuaciones nos hielan. El protagonista, Max von Sydow vuelve a demostrar sus excelencia. Sabe cruzar senderos desde la hospitalidad al desengaño, desde el acercamiento respetuoso hasta descubrir la culpabilidad de los asesinos que, sin propósito alguno, llegan a su casa en busca de cobija y alimento. El protagonista asume una compleja transformación de su personalidad, hasta el desenlace final donde crece una renovado parnorama después de la vengaza. No busque, pues, el espectador, motivos que no son o ranuras concepctuales. Para Bergman, es una historia que no requiere elencos deslumbrantes ni presupuestos ampulosos. Con cuatro o cincopersonajes, sin incluir al protagonista, y dos o tres locaciones simples es capaz de resolver la trama más intensa, como en este caso donde un castillo medieval y un descampado al aire libre simplifican la escenografía. Lo importante para Bergman no es el hacer, sino el decir. E historias -como esta- son apasionantes.
Ficha técnica
País: Suecia. Año: 1960. Duración: 88 minutos. Director: Igmar Bergman. Guion: Ulla Isaksson. Reparto: Max von Sydow, Birgitta Valberg, Gunnel Lindblom, Birgitta Pettersson y Axel Duberg. Sinopsis: Como cada verano, una doncella debe hacer la ofrenda de las velas en el altar de la virgen. El rey Töre envía a su hija Karin en compañía de Ingrid, una muchacha que odia a Karin en secreto. Antes de cruzar el bosque, Ingrid se detiene y abandona a la princesa, pero la muchacha prosigue su camino y se encuentra con unos pastores, aparentemente afables, que la invitan a compartir su comida. (FILMAFFINITY) Premios: Oscar y Globo de Oro a la Mejor Película de Habla no Inglesa.