Ventana

David Pantaleón SJ: en todo amar, servir y cantar

Si a David Pantaleón (sj) le realizaran un estudio de su estilo de comportamiento, resultaría una persona influyente. Es un ser humano orientado a la gente, con la capacidad de compartir sentimientos, optimista, entusiasta y verbal. Su música es una expresión constante de sus raíces y posee un elemento que la juventud actual valora: la verdad.

David percibe el mundo como un inmenso juguete de cuerdas con las que se crean melodías fabulosas, capaces de transformar la vida de quienes lo rodean. Más que cantar, su vocación parece centrarse en convertir cada canción en un medio para acercarse a Dios. San Ignacio solía decir que Dios es comunicación, una comunicación basada en el amor, y el amor se demuestra más con obras que con palabras.

Jesuitas Acústicos es uno de los proyectos artísticos donde David ha destacado por mérito propio. Una de las canciones del grupo que lo describe afirma: "menos mal que hay quien no sueña con despachos y cree en grupos de muchachos para cambiar la sociedad". En el fragmento que canta Pantaleón SJ, plantea: "menos mal que hay quien levanta las dos manos y por los derechos humanos hasta la vida va a apostar". Esta coherencia entre discurso y práctica se hizo evidente en Cuba, donde puso su vocación al servicio del pueblo, que agradeció su forma sencilla y valiente de acompañar a los más necesitados. "Para los que aman a Dios, todas las realidades cooperan para el bien".

"Tu vida que se funde con mi vida, eso es la comunión", reza una de sus canciones. Es cierto que él siempre ha intentado "enlazar" su vida con la de quienes lo rodean. Las cuerdas vocales absorben y transforman las experiencias, tanto buenas como malas. Es difícil escuchar una canción de David y no sentirse esperanzado. Escucharlo es inyectar espiritualidad al camino de nuestras vidas y recibir una dosis de ánimo para intentar transformar la sociedad.

Una forma sencilla de apoyar a David Pantaleón SJ es visitar Spotify y suscribirse a su canal. Allí nos ha regalado una producción especial titulada: "Salmos para Sentir y Gustar Internamente", que es, a su vez, un homenaje sencillo a otro místico jesuita llamado Benjamín González Buelta. Recuerdo que, en una entrevista que escribí para el boletín de los jesuitas en Cuba, le pregunté si se sentía "importante" al ser elegido superior de la Compañía en la Isla. Su respuesta me gustó: "Nosotros no hacemos cosas grandes, eso es de Dios. La vida religiosa son cosas pequeñas hechas con amor".

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