Ventana

Grandes clásicos del cine

Verano del ´42

Hay momentos de nuestra adolescencia que permanecen en la mente, y de vez en cuando, los evocamos como añoranza cargada de una sonrisa pícara cuando nos vamos despertando del sueño juvenil hacia la adultez.

Robert Mulligan se hizo famoso a principios de los años sesenta cuando estrenó una joya cinematográfica denominada “Matar a un Ruiseñor”, una adaptación de la novela de Harper Lee, dando vida al abogado Atticus Finch que viene a ser un símbolo de la honestidad y la capacidad entregada a las mejores causas.

Pues bien, en el año 1971, Mulligan se involucra en una película que recoge la historia de un muchacho (Gary Grimes) que se encuentra en esa etapa de la adolescencia; y se enamora de una joven mayor que él (Jennifer O’Neill), donde en cortas vacaciones, busca la compañía de esta hermosa joven para aplacar sus hormonas que se encuentran al más alto nivel.

La muchacha se siente sola dado que su esposo tuvo que partir hacia la guerra y necesita la compañía de un amigo. Durante la construcción de esa amistad, ella se entera que su esposo ha muerto en la guerra; por lo que esa soledad acompañada de un sentimiento insatisfecho, resulta perentorio para que Hermie, logre transformar ese amor platónico en algo verdadero hacia la protagonista.

La manera tan sutil y sugerente como nuestro director lo plasma, llena cada espacio que existe entre la pantalla y el espectador como si no hubiese nada en el mundo más importante que ese momento.

Robert Mulligan acude a la voz en off para ir detallando esos momentos, acompañados de una banda sonora que nos enternece abrumadoramente para mostrarnos el momento exacto cuando nuestro querido protagonista posee ese acelerado ritmo cardíaco, y se encuentra presente ante esa beldad desconsolada por la muerte de su esposo. Sobran las palabras para dar paso a esa escena mágica cuando la cámara utiliza un plano medio para mostrarnos a la protagonista, cuando se quita el sostén y demás ropas íntimas; pero lo realiza con una maestría y una cadencia donde la inocencia viene a conjugarse con la madurez para dar paso a una relación hermosa y bellísima, tratados con elegancia y distinción para los mozalbetes de la época.

La inocencia es hermosa, máxime cuando nos acompaña esa persona donde será nuestra instructora para dejarnos llevar por las sendas de la experiencia. Lo importante a destacar de la película es una fotografía bellísima acompañada de una puesta en escena con un nivel de maestría perfecta, que los adolescentes de la época, se sintieron identificados en el momento de la realización del acto de amor.

“Verano del ‘42”, es uns obra entrañable en la cual se destacan momentos mágicos del cine que no se olvidarán jamás; porque marcan profundamente y son parte de tu pasado en las enseñanzas del amor.

“Verano del ‘42” es el recuerdo de un amor de adolescente que quedará de una manera tan trascendente en el baúl del corazón. Nos trata sobre el primer amor. Del primer descubrimiento sobre el acto sexual. De la manera sobre el aprendizaje del mismo para la consolidación de nuestra actitud en el futuro. En fin, esa generación de principios de los años setenta evocará en su memoria este pasado que siempre estará consigo por el resto de sus vidas como una forma de resaltar esa inocencia perdida con disfrute.

Curiosidades

1) La novela corresponde a las memorias escritas por Herman Raucher. Las mismas relatan los eventos que vivió durante un verano que pasó en la Isla Nantucket en 1942 cuando tenía 14 años de edad. La novela le gustó tanto que el director Robert Mulligan la llevó a la pantalla grande en 1971.

2) Raucher tuvo relaciones con ella una noche en que la había ido a visitar, y que coincide con el día en que ella es informada por el gobierno norteamericano que su esposo ha fallecido. A la mañana siguiente, ella se ha ido de la isla, dejándole una carta.

3) Raucher nunca volvió a ver a Dorothy; su último "encuentro" con ella, que fue relatado en un episodio de The Mike Douglas Show, tuvo lugar luego del estreno de la película en 1971, cuando recibió una carta de ella junto con otra docena de cartas de distintas mujeres que afirmaban ser "su" Dorothy. Raucher reconoció la caligrafía de la Dorothy «auténtica», y ella confirmó su identidad al relatar algunos detalles que solo ella podía conocer.

4) En 1971, Robert Mulligan consiguió el reconocimiento de la taquilla y encumbró a una actriz a un papel inolvidable.

5) La película fue nominada a los Premios Oscar en la categoría de: Mejor Fotografía; Mejor Guion; Mejor Edición y Mejor Banda Sonora resultando esta última ganadora.

Ficha Técnica:

Calificación: 4/5 (Muy Buena)

Nombre Original: Summer of ‘42

Año: 1971

Duración: 103 minutos

Del director Robert Mulligan: Fue un cineasta estadounidense proveniente de la TV y director del clásico “Matar a un Ruiseñor.

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