Ventana

Premios Fradique Lizardo

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Es gratificante ver a tanta gente feliz. La descripción antes esbozada es un selfie de la realidad que percibí luego de haber presenciado la gala cultural de los Premios Fradique Lizardo, sello distintivo del arte y la cultura en la provincia San Cristóbal. Una noche especial no podía comenzar de mejor forma que con un reconocimiento al profesor Amarabis Suero, maestro de maestros de la cultura en la provincia. A decir del comité organizador, esta distinción evidencia su valioso aporte al arte y la cultura, además, reconoce su dedicación a la formación de nuevas generaciones con amor y entrega. “Su labor inspira creatividad y respeto, dejando una huella perpetua en nuestra comunidad”, afirmó el maestro de ceremonia en medio de una gran ovasión del público.

Otro merecido homenaje recayó en la distinción realizada a la comunicadora Leomaris Franco Pérez. Con este galardón se reconoció su valioso aporte al periodismo y la comunicación, así como su entrega, que la consolida como un referente. Su pasión, compromiso y conexión con la comunidad dejan una marca significativa en San Cristóbal. También recibieron reconocimientos especiales: Anthony Galán Grullón, Hipólito Javier, Eddy Rafael, José A. Tejeda, Carlos Puello, cada uno de ellos representan figuras emblemáticas de la cultura sancristobalense.

El plato fuerte de la noche llegó desde la entrega de los galardonados en las distintintas categorías nominadas. La joven Gesmalin Bravo, se alzó con el premio en poesía y narrativa creativa. En el renglón espectáculo sociocultural del año se alzó con el galardón Dominicana en Tutú organizado por Digna Tejeda de Academia de Danza. En la categoría innovación en medios digitales y comunicación se llevó el premio TodoSancri, una página seguida por miles de personas en la provincia.

Como influencer cultural del año fue galardonada Sonia Perozo, como artista plástico destacado, Juan Cabrera Montás (JR Camotti); en el renglón escritor o escritora del año, la duende de los niños, Belkis Marte, en la categoría artesano o artesana tradicional, Elis Sánchez; como folclorista del año fue reconocido el profesor Julio Guillén; el apartado de innovación en arte y cultura comunitaria recayó en el joven Juan Francisco Puello.

Lo más esperado de la noche fue el Gran Fradique que este año recayó en el Ballet Folclórico San Cristóbal, referente en la preservación y difusión de las raíces culturales a nivel nacional e internacional. Este destacado grupo galardonado en múltiples ocasiones, incluyendo un Premio Casandra, hoy Soberano, es un orgullo de la cultura nacional. Una institución de medio siglo de historia que se llevó una ovación de pie.

El fundador de los Premios Fradique Lizardo, Julito Pereyra, reconoció que esta gala es un homejane al folklore dominicano. Riken Lara, un showman de la cultura sancristobalense, productor general del evento, comentó que lo realizado dejó una huella en la historia de San Cristóbal. Cada categoría premiada representó una muestra de la diversidad y de innovación que caracteriza a nuestra gente, sobre todo, la juventud”, añadió Lara. Un elemento a destacar fue la diversidad artística de cada uno de las actuaciones culturales presentadas durante la gala. Posicionaron los premios a nivel nacional por su calidad.

Un rasgo singular de los artistas premiados y reconocidos es que logran alcance masivo e intergeneracional, tienen verdad. Son parte de la cultura, gente bañada de pueblo que al pasar por una esquina es reconocida por su carisma servicial. Eso vale oro. Los Premios Fradique Lizardo no son un mero evento, fueron un sol para una provincia que necesitaba luz. ¿Acaso eso no es el verdadero arte?

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