Premios de Periodismo Joven
Errores que se subsanan y otros que permancen
Por fin el Ministerio de Cultura se anima a publicar un tomo con los premios de periodismo joven “Orlando Martínez”. Esta primera vez, con la camada de reportajes correspondientes al año 2021.
Desde hace mucho tiempo atrás se ha venido organizando este concurso a través de la Feria Internacional del Libro. Se convocaba un acto solemne donde se anunciaban a los ganadores, se otorgaban distinciones y dinero en efecto en efectivo (que a veces tardan meses en llegar, y nada se decía). Sin embargo, las publicaciones dormían el sueño eterno.
No creo que haya sido culpa de la Editora Nacional, cuyo presupuesto apenas alcanzaba para publicar unos cuantos libros como mucho. El dinero que llegaba era para pagar fiestas, rumbas, espectáculos nocturnos, saltimbanquis. Todo, menos el periodismo.
Parece que ahora las cosas han cambiado y aparece el primer tomo contentivo de estos certámenes.
Sin duda, haber reconocido al periodismo con el mismo valor de una obra literaria, es un acto meritorio. Anualmente se convocan varios premios del género, pero quedan en el olvido. Llega otros años y nuevos premios que tampoco se publican, y pronto se olvidan. La Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE) era una de las pocas instituciones que daba importancia a sus Premios de Periodismo con ediciones bastante aceptable .
No voy a comentar el contenido del libro aunque en el se incluyen algunos reportajes y artículos con pinta literaria, con esa magia que unía ambos géneros y daba rienda suelta a relatos de historias humanas, capaces de llamar la atención de cualquier lector.
Sin embargo, en la presente edición faltó la mano profesional. Tanto en el manejo de la portada como en el vacío de las solapas y contraportada con valoraciones, comentarios y opiniones, incluyendo las criterios de los jurados que las distinguieron. Y también, un prólogo o advertencia editorial junto a otros detalles técnicos de rigor.
Permitir estos vacíos con la obra ya publicada nos recuerda a Joaqín Balaguer en “Memorias de un cortesano en la era de Trujillo”, al referirse a la muerte del periodista Orlando Martínez: “ La página en blanco”.
La calidad este tipo de publicación especializada debe ser completa, y mucho más cuando se trata de las obras escritas por profesionales que merecen similar distinción a la de otro cualquiera.