Ensayos sobre llamas, de Miguel de Mena
Uno tiene la sensación al leerlo de estar hablando con él en un tono menos coloquial que usualmente, donde las palabras nos recuerdan por su orden y por sus observaciones, de donde vienen, como cuando observamos o escuchamos más atentamente algo que ya nos había llamado la atención de un artista y al verlo más despacio, uno termina diciendo en su interior: Ah, claro, por eso es que él dijo tal cosa en La Cafetera. Eso que ya nos llamara la atención, ahora al retomarlo lo percibimos mucho mejor y termina uno entendiendo más su persona, sus observaciones, su manera de ver las ciudades y las cosas.
Ensayo sobre llamas, de Miguel D. Mena, puede ser abordado como la exposición de un artista que se ha encerrado durante un buen tiempo a desarrollar su arte, para luego exponer en el museo esa colección que repuntará su obra y que anhelábamos ver con las ansias que provoca haber visto una sola pieza muy bien lograda. Esa obra consigue que uno diga orgulloso, yo soy seguidor de Miguel D Mena, para no decirte más íbamos siempre a la barra Payan.
Y no es casual que haya sido así, pues tras haber leído el libro uno se queda con la clara percepción de la importancia en Miguelín de lo urbano, su trazo como ensayista es simple y directo, en este caso muy urbano. Nos hace observaciones y nos expone alguna percepción que no lográbamos entender de la ciudad en que vivimos, en este caso de la capital, pero también tiende su mirada sobre Berlín.
Me llamó mucho la atención el tono de dichos ensayos, pues además de ser muy específicos y hasta personales en su camino por las ciudades, los paisajes urbanos o por sus atmósferas, tiene un tono que linda en lo coloquial, sin dejar de profundizar en los temas que aborda. Por eso en un principio mencionaba que da la sensación de estar hablando con él y ello invita mucho al lector a reflexionar sobre los temas que aborda, cuestión aún más importante en este medio en que la mayoría de autores tratan más de impresionar que de decir verdades o hacernos pensar.
Es un libro hecho por un dominicano, que por momentos plantea los efectos que han tenido en la ciudad capital de Santo Domingo la forma en que ha sido dividida y sus consecuencias en nosotros, los seres humanos. Aun cuando habla de cosas personales, nos sirven para vernos nosotros mismos en ese espejo que nos tienden estas palabras, un espejo que tiene muy presente el sentido humano sobre todas las cosas.
Hay citas de César Vallejo, que apuntalan o señalan direcciones de pensamientos, pero sobre todo este libro de Miguelín nos aporta o nos aprovisiona de ideas y formas de pensar lo urbano, lo que a fin de cuentas siempre es una forma de decirnos o darnos ideas de cómo pensar mejor nuestros espacios.
Es evidente que este es un buen libro y que me ha maravillado leerlo, pero lo más importante creo que es su forma sencilla de hacernos pensar, de invitarnos a dialogar sobre esos problemas que a Miguel D. Mena como a todos los que han vivido o vivimos en Santo Domingo nos aquejan.
Dicho de otra forma, con su libro Ensayos sobre llamas Miguel D Mena nos hace de una forma sencilla y a la vez profunda, ser más consientes de ser ciudadanos del mundo.