Confesión de un asesino de Joseph Roth
Joseph Roth (1894-1939) fue un narrador austríaco de origen judío, tan bueno que parece del siglo XIX. En Confesión de un asesino apela con tino al procedimiento de un primer narrador en primera persona, que asiste al largo monólogo del asesino que confiesa sus asesinatos a un grupo que se reúne en un café parisino. El tema es también repetido, que un asesino confiese su delito con cierto orgullo y sin pizca de culpa; por ejemplo, alguien que usa mi nombre publicó una novela, Memorias de un hombre feliz, donde el protagonista es feliz porque se deshace de la prójima que le impedía su felicidad, y ése es el ejemplo que tengo más a mano de un uso repetido que tiene en Confesión de un asesino una de sus muestras más acabadas, legibles y eficaces. La traducción se debe a Carlos Fortea.