Crónicas de un periodista viajero, de Carlos Nina Gómez
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Carlos Nina Gómez escribe con pasión. Salta de un género a otro como en una carrera de obstaculos. Y entre géneros y tendencias, es, ante todo, un cronista que ha dejado a un lado el tema del deporte para incluirse en sus recuerdos, cantar sus vivencias y legarnos libros llenos de aventuras, anécdotas y valoraciones que no son ajenas a la mirada de un agudo lector.
Dice con orgullo que ha publicado 21 libros como el gladiador que entraba al coliseo y vencía a igual cantidad de contrincantes.
Hace días le comentada que de sus tomos que conozco, prefería El manicero de San Carlos. Dentro de esas páginas está elser humano que conocemos, el que llegó al periodismo por mantener su propósito desde niño. Ahí se esconden sus vivencias, su hálito personal, su crecimiento como gente y su sensibilidad por los valores de quienes lo rodean.
El prefiere otro, pero no discuto cuestiones valorativas. El manisero de San Carlos quedará como modelo testimonial de un barrio, de un tiempo y de una historia que solo quien la vivió puede recrearla en blanco y negro.
Ahora, Nina vuelve a sus orígenes como corresponsal deportivo. Más concretamente al mundo del boxeo. Acaba de publicar su libro Crónicas de un periodista viajero, lleno de estampas y fotos. Es el resultado de una profesión que Nina ha mantenido durante su vida profesional para coronar el una vez conocido como “El Deporte Rey”.
Estas crónicas huelen a golpes y caídades. Golpes Limpios, inteligentes y dirigidos a vencer. También destellan elegancia, destreza y mucha técnica. Nina sabe cómo llevar una pelea desde el palco de prensa. La siente como si él fuera el boxeador que lleva las riendas del combate.
En su área, Nina le ha dado la vuelta al mundo. Ha seguido de cerca los grandes enfrentamientos de su contexto. Los ha hecho nuestros. Su voz se ha escuchado de la mayoría de ños países y sus comentarios profesionales, además de su equilibrada sabiduría deportiva, descuellan también como modelos culturales.
Esta breve resseña es solo un pretexto. Y una invitación. Crónicas de un periodista viajero es una obra para disfrutarla.Nos hará recordar importantes momentos del deporte de los puños, de esos que nunca quedan atrás, igual que las peleas entre Ray Sugar Leonard y el panameño Mano de Piedra Durán, modelos clásicos de lo que ha sido el gran boxeo.