Ventana

El radio dañado

Móntate conmigo si vas para las Terrenas o si regresas de allá para la capital y quieres pasarla bien. Será una vuelta maravillosa con espectaculares paisajes únicos, bajando frías y haciendo ecoturismo, que son muchos a los que se les pelan los ojos de ver las maravillas de esta tierra en la que vivimos. Así que ni me hables mucho, que me entretienes y es trabajando que voy. Coge el ticket de tu asiento y súbete de una vez, que esto siempre se llena

No importa tu nacionalidad, ni tu color de piel, ni el idioma, el papiamento, el pitinglish que tu mastiques, que tu hables -¿tu me entiendes?- al paso, que esto es Santo Domingo y estamos en septiembre, que siempre hace mucho calor, y así, pensar es un privilegio, aunque parezca mentira, refresca un chin cuando el sol se esconde. 

No te ofendas fácil y vas a gozar mucho, que aquí la gente sabe pasarla bien, como dice un amigo mío: Al pobre no le queda más remedio que aprender. Así que si estas en pasarla bien, aprende alguito de nosotros, aunque sea.

A los negros, le decimos prietos, y a lo blancos, blanquitos, rubios, hijos de papi y mami, “comemierdas", blanquiningos o “deteñíos”, depende el nivel económico-social y qué tu quieres de ellos, pero sin force, ni mala onda con los colores de la gente, aquí todo el mundo es gente, todo el mundo es indio, y no es minimizando a nadie, que aquí se dice indio a los indígenas, a los Taínos que son orgullo de verdad y al color de piel por igual, y no es haciendo bulling, carajo, los españoles dicen mestizo, nosotros indio. 

La mayoría de la gente es india, descendiente de Guacanagarix o Caonabo o de Enrriquillo, como diría un amigo mío, de la raza. Bueno, aquí hay de todo, uno se ríe con eso y sigue aprendiendo y tratando bien a la gente, que hay un trujillismo siempre en todo lo dominicano y no es bueno despertar esa vaina tan brutal, que empiezan de una vez a enarbolar banderas y mucho nacionalismo, pero el calor sigue igualito y esa actitud hace que los más brutos peleen más fácil, de una vez al puño, hasta por un vaso de agua y aquí no se vino a pelear, es más, ahí es que aprieta ese calor, cuando se pelea, entonces tu aprendes a cogerlo suave, a no dejarte joder por nadie, pero cogiéndolo con suavena y aprendes también a bajar frías con desconocidos del color, del idioma y del size que sea, buena onda, termina todo mejor siempre, mucho mejor y en paz con el calor, que no cede ni un chin. 

La verdad verdad, es que aquí somos de to’. Mira, en esta guagua van prietos color teléfono y rubias desteñiditas e indiecitas barrigúas o morenitas y morenotas con greñas teñidas de rubio o de rosado, y no les digas nada, que hasta te sacan los ojos por fresco, pero si les caes bien, te enseñan la buena vida. Mira, yo soy chofer de esta guagua hace años y no te digo la edad porque no hay que dar tantos detalles, no hace falta, pero uno aprende en este oficio a ver gente de toda clase y a compartir con ellas tranquilo y después, uno sigue con sus misterios personales, problemas que tiene todo el mundo, sólo que yo les digo misterios para que la oalabra suene inteligente, pero los misterios personales son los problemas de cada cual, que nunca faltan y siempre se actualizan. 

Yo soy chofer de esta guagua, pero par de veces estudié misterios religiosos, filosofía y hasta disciplinas orientales, como Kung-Fu, que yo soy de Ciudad Nueva y hubo una época que estar en Kung Fu en Ciudad Nueva era como ir al colegio, pero ya dejé todo eso y ahora me mantengo dando viajes en esta guagua desde Ciudad de Dios. 

Mi nombre es Bartolo y me dicen, el ratito dañado. Ya somos casi familia de lo tanto que te he contado, ahora que arranquemos para ese paraíso de las Terrenas, tu me cuentas la tuya, si te da la gana, que si no, yo no tengo problemas en seguir hablando, que por eso es que me dicen Bartolito, el radio dañado.

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